Espero que
en próximas fechas Antonio Valenzuela nos visite de nuevo en el Club
Faro en Vigo para presentar su libro y firmarme mi ejemplar.
Os recuerdo
que Antonio ( https://www.instagram.com/antoniovalenzuelacanovaca/ )
es
fisioterapeuta, máster en Psiconeuroinmunología Clínica y experto en terapia
ortomolecular y acaba de publicar su segundo libro “Activa tus mitocondrias.
El secreto para una vida más longeva” (Alienta editorial).
Si en su primer libro “Hijos de la adversidad. Cómo fortalecer tu salud a través de hábitos ancestrales” ( https://paulino-iglesias.blogspot.com/2022/10/hijos-de-la-adversidad.html ) Antonio me convenció para que acabase mis duchas diarias con agua fría (verano e invierno), espero que en este segundo libro sus retos sean un juego infantil para mí y para ti.
Nada más comenzar
el libro nos recuerda lo que significa la MAGIA DE LA LECTURA:
“Leemos
para saber que no estamos solos”, decía C.S. Lewis en Tierras
de penumbra. Cuando abrimos un libro, ya no estamos solos, aunque no haya
personas alrededor. Me gusta pensar que
la literatura es una especie de conversación con alguien que no está, pero que
nos habla”.
Valenzuela, Antonio (2023): “Activa
tus mitocondrias. El secreto para una vida más longeva”. (p.19). Alienta
editorial.
De los 5 aprendizajes que te extraigo hoy
de su libro, el primero de ellos también está lleno de magia, como la que nos
cuenta sobre las mitocondrias:
¿Qué es la
ley de la entropía que rige el universo?
“La ley de la entropía que rige el universo,
predice la tendencia de todo lo que existe a destruirse de una forma natural e
inevitable. Todo el universo tiende a la nada, al vacío absoluto. Lo que
permite a los organismos vivos frenar el avance inexorable de esa destrucción
es la energía capaza de garantizar su existencia. La vida es algo mágico.
Puede sonar aterrador, pero la
realidad es que cada día que pasa nuestro organismo se deteriora levemente. Es
la ley del universo. Necesitamos energía
diaria para construir y renovar cada una de las partes de nuestro organismo que
es presa de la entropía. Eso es la vida: la capacidad de desafiar al mismo
universo convirtiendo su energía en un elemento que pueda ser usado para luchar
contra la nada. Las especialistas en ese milagro son unos seres muy
particulares: las mitocondrias”.
[…]
“Tus
mitocondrias, esos orgánulos diminutos dentro de cada una de tus células,
combaten día tras día contra la fuerza de todo el universo”.
Valenzuela, Antonio (2023): “Activa
tus mitocondrias. El secreto para una vida más longeva”. (pp. 23 y 24).
Alienta editorial.
En este segundo aprendizaje, Antonio
Valenzuela pretende, nada más ni nada menos, que salvarnos la vida con su
insistencia sobre la incorporación del MAGNESIO en nuestra alimentación diaria:
¿Tan importante es el magnesio para nuestro cuerpo?
“Hay pocos compuestos que tengan más
importancia en el mantenimiento de nuestra salud que el magnesio. El magnesio
es un mineral esencial para activar la función de 325 reacciones biológicas que
se producen en nuestro organismo, incluyendo la producción de energía (síntesis
de ATP) en las mitocondrias además del mantenimiento del ADN tanto celular como
mitocondrial y la síntesis de proteínas”.
[…]
“Aunque los valores de referencia para
el magnesio en una analítica se sitúen entre los 1,8-2,5 mg/dl, diversos estudios ponen de manifiesto que el rango ideal sería >2,0-2.1 mg/dl. En otras palabras: unos niveles en sangre
de magnesio por debajo de 2,19 mg/dl nos están mostrando una deficiencia
funcional del magnesio. Nuestro cuerpo sobrevivirá, pero no va a tener una
función óptima.
Como el magnesio se encuentra dentro
de las células y no tanto disuelta en el plasma sanguíneo, una manera más
fiable para medir su nivel es testarlo a nivel celular. Afortunadamente,
tenemos unas células muy accesibles para ello: los glóbulos rojos. Medir este
magnesio, lo que llamamos “magnesio eritocitrario” es la manera más
recomendable para obtener una buena información de su presencia en nuestro
cuerpo.
Aunque no sea fácil medir su
deficiencia, no significa que la carencia de magnesio sea algo extraña. Al
contrario, las estadísticas recientes revelan que alrededor del 30 por ciento
de la población en los países desarrollados presenta deficiencias en los
niveles de este mineral. Según la
evidencia científica, la hipomagnesemia, dadas sus consecuencias, debería ser
un motivo de preocupación para la salud pública”.
Valenzuela, Antonio (2023): “Activa
tus mitocondrias. El secreto para una vida más longeva”. (pp. 69 y 74).
Alienta editorial.
En el tercer aprendizaje, el autor no
sólo nos revela las herramientas de las leyes evolutivas para superar
el maldito estrés que nos genera la disfuncional vida moderna; sino que lo hace
con la inestimable ayuda de su perrito Limón:
¿Conoces
la esfera del cuerpo?
"La
mejor solución para manejar el estrés es darle un sentido evolutivo: generar
una coherencia entre la naturaleza del estímulo y la respuesta de nuestro
organismo. Lo fisiológico es que la sensación de agitación de nuestra mente
fruto del estrés venga seguida de una sensación o acción corporal, como, por
ejemplo, correr a toda velocidad para escapar del león que nos persigue,
Para
salir de tu mente, debes entrar de nuevo en tu cuerpo. Debes
volver a conectar con él mediante la respiración, volver a sentir hambre con
los ayunos, volver a sentir la tensión de tus músculos contrayéndolos, volver a
sudar de calor y a tiritar de frío. Volver a sentir el sol en tu piel”.
[…]
“Nuestro organismo está más preparado
para responder ante el estrés natural y llega incluso a usarlo como un estímulo
para fortalecerse. Sin embargo, para lo que nunca estaremos preparados es para
el estrés artificial de las amenazas modernas. Por eso es importante que, en lo
que podamos, reconduzcamos el estrés hacia un sentido original, cuando tenía
una lógica evolutiva.
Antes de pasar a hablar de la
inflamación, déjame que te ponga un último ejemplo sobre el estrés natural
versus artificial. Para ello, déjame que te cuente sobre uno de los seres más
importantes para mí, mi perrito Limón.
Limón es un perro excepcional, lleno
de emoción y bondad. Mi pareja María y yo solemos decir que es puro
sentimiento: para lo bueno cuando te recibe tras un día de trabajo, como si
fuera el ser más importante del planeta, pero también para lo malo, ya que
entra en pánico con los ruidos estridentes. Y aquí es donde viene la valiosa
lección de doctor Limón: cuando escucha truenos (estresor natural), se pone
nerviosísimo, ladra sin parar, quiere que lo cojas en brazos y que no lo toques
a la vez. La solución es darle un paseo,
porque cuando siente la lluvia sobre su cuerpo calentado por unas mitocondrias
que funcionan a tope para hacerlo correr, cualquier atisbo de estrés desaparece.
Puedes ver cómo disfruta y llega a casa muy descansado. Sin embargo, cuando el
ruido proviene de fuegos artificiales (estresor artificial), no hay escapatoria
que valga, salvo verlo tiritar de miedo escondido tras el sofá, mientras noto
como mi corazoncito se encoge. Yo me
pregunto cuántos de nosotros no desearíamos escondernos a diario por el peso de
una vida moderna que nos empuja pero no nos hace movernos”.
Valenzuela, Antonio (2023): “Activa
tus mitocondrias. El secreto para una vida más longeva”. (pp. 169 y 170).
Alienta editorial.
En el penúltimo aprendizaje, Antonio nos
explica como el cuerpo sabe perfectamente utilizar la fuente de energía
correcta si contamos con una buena FLEXIBILIDAD METABÓLICA:
¿Qué es la flexibilidad metabólica?
“La
salud es flexibilidad. Igual que una mente rígida es sinónimo de
sufrimiento e insatisfacción y un cuerpo rígido lo es de dolor y torpeza, un
metabolismo rígido significa falta de energía y, por lo tanto, menor cantidad y
calidad de vida.
Si la grasa es el mejor combustible,
¿por qué a muchas personas les cuesta tanto quemarla? Les ocurre porque viven a
costa de la glucosa y, cuando esta baja ligeramente en sangre, su organismo
protesta mareándose. Su metabolismo prefiere tirar de aminoácidos robados al
músculo para convertirlos en glucosa y del hambre voraz antes que usar la grasa
que muy a menudo tienen almacenada en exceso. Conviven con la triste paradoja
de tener energía almacenada a la que no pueden acceder: tienen a sus
disposición una despensa llena de de los mejores ingredientes, pero, antes que
pasar por el trámite de cocinarlos, acaban saciándose con bollería de la tienda
de la esquina.
Esto
es lo que se conoce como tener un metabolismo rígido y esta condición no se
solventa con dieta estricta y ejercicio. La solución pasa por SANAR el
metabolismo para recuperar la ansiada flexibilidad metabólica.
¿A qué nos referimos entonces con
“flexibilidad metabólica”? A la capacidad de utilizar el sustrato energético
óptimo para cada situación, de recuperar el acceso a esa despensa de grasas que
se había vuelto inaccesible. Deberíamos ser capaces de utilizar la grasa o la
glucosa como combustible principal y poder cambiar rápidamente entre ellas
según la necesidad. Para que lo veas más claro, volvemos a usar el ejemplo del
autobús. Si vas caminando tranquilamente hacia la parada, lo ideal es que tus
mitocondrias estén quemando grasa, pero si ves que el bus se te va a escapar y
necesitas pegarte una carrera, tendrás que cambiar rápidamente de combustible y
usar glucosa para que te dé ese extra de potencia.
En el pasado, nuestra especie tuvo que
desarrollar una increíble flexibilidad metabólica. Podíamos pasar de pegarnos
un atracón con miel (azúcar) a alimentarnos a base de mejillones (proteína y
grasa) en la costa sin ningún problema, porque nuestras mitocondrias eran
perfectamente eficientes usando cualquiera que fuera el combustible disponible.
Pero también eran capaces, llevadas por la necesidad al no encontrar alimento,
de usar nuestras reservas energéticas si teníamos la tripa vacía. Una persona con buena flexibilidad
metabólica tiene más facilidad para usar sus reservas de grasa corporal como
combustible y posee un mayor rendimiento físico incluso en condiciones de ayuno”.
[…]
“Un apunte: la flexibilidad metabólica no es un concepto abstracto. Se puede
medir con un método conocido como “calorimetría indirecta”. En España, uno de
los referentes de este método de medición y de la nutrición enfocada a mejorar
la salud mitocondrial es Sergio Gómez, nutricionista de la clínica Innumed”.
Valenzuela, Antonio (2023): “Activa
tus mitocondrias. El secreto para una vida más longeva”. (pp. 205 y 206).
Alienta editorial.
Y en su último aprendizaje, Antonio nos da un enfoque sociológico de la
obesidad y de sus consecuencias sobre las personas que las sufrimos:
¡Antonio Valenzuela, gracias por tu testimonio personal!
" Decir a un persona obesa que para
bajar peso tiene que comer menos y gastar más puede ser cierto en ocasiones,
pero será una estrategia a todas luces errónea si no se atiende a su contexto,
sin entender el ambiente obesogénico que le rodea. La obesidad no es un problema de la persona, es un problema de la
sociedad. Es muy triste ver cómo normalizamos los entornos poco saludables,
pero somos muy crueles con las personas que sufren sus consecuencias. Te lo
dice alguien que durante toda su infancia recibió todo tipo de burlas por su
peso.
Ni la obesidad es un problema de
voluntad o de pereza ni la tensión alta, el azúcar, los triglicéridos y el
colesterol elevados deberían ser corregidos con fármacos sin atender a que todo
es consecuencia de un metabolismo enfermo causado por unas mitocondrias
disfuncionales dentro de un medio hostil".
Valenzuela, Antonio (2023): “Activa
tus mitocondrias. El secreto para una vida más longeva”. (p. 236). Alienta
editorial.
“Aprende, comparte y sonríe”.
https://www.instagram.com/iglesias.paulino/
Un saludo muy afectuoso.
Paulino
Vídeo de presentación de su libro:
(Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=bI9IXBbsstM)
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