La doctora Anabel González ( https://anabelgonzalez.es/ ) visitó
el Club Faro en Vigo para la
presentación de su libro “¿Por dónde se
sale?” (Editorial Planeta) pero en este artículo te hablo de un libro
anterior “Lo bueno de tener un mal día. Cómo cuidar de nuestras
emociones para estar mejor”
(Editorial Planeta)
La presentación de la autora de hoy
es:
“Anabel González es psiquiatra,
psicoterapeuta y doctora en Medicina. Trabaja en el Complexo Hospitalario
Universitario A Coruña (CHUAC). Es presidenta de la Asociación EMDR España,
cuya web es https://www.emdr-es.org/ .
Pero también me gustaría que
conocieras su trabajo clínico:
“Una de las principales aspiraciones
del ser humano es alcanzar la felicidad,
y aunque pensamos que es la vida la que nos lo pone difícil, en no pocas
ocasiones nosotros mismos nos ponemos obstáculos. He pasado la mayor parte de
mi vida ayudando a personas con problemas, he conocido sus historias vitales y
cómo han reaccionado ante ellas. Como psiquiatra siempre me han interesado el
campo de la psicoterapia del trauma, es decir, el camino por el que quienes han
sufrido experiencias difíciles consiguen superar estas vivencias y llevar una
vida gratificante”.
González, A. (2020): “Lo bueno de
tener un mal día”. Cómo cuidar de nuestras emociones para estar mejor”. (p. 9). Planeta.
UN MAL
DÍA
El libro comienza con el mal día:
“Lucía ha tenido un mal día. Un día
pésimo, de hecho. Empezó bien temprano,…”.
Y después de contar todo lo que le sucedió
a Lucía ese día, al final comenta:
“Cuando nuestra relación con nuestras
emociones no es eficiente, un día como este puede generar muchos problemas, que
serán distintos, según como funcionen nuestros sistemas de regulación
emocional. ¿Cómo llevarán un día similar personas que manejan sus emociones de
un modo diferente a Lucía? Veamos varios ejemplos:”.
Y nos relata como otras personas como
Pandora, Bernardo, Alma, Marcial, Soledad e Iván gestionan esos mismos hechos de una forma
diferente, con pensamientos y conductas diferentes; porque cada uno tiene una
regulación emocional particular.
“La historia se basa en los mismos
hechos, pero la banda sonora es completamente diferente. En la primera viñeta,
Lucía amortigua muy bien el efecto de las circunstancias que se van
produciendo. De hecho ese mal día, va a ser un revulsivo para volver a luchar
por lo que le gusta y tratar de mejorar su vida; va a ser un mal día
productivo. En los demás escenarios, en cualquiera de sus variantes, la gestión
emocional echa gasolina a la hoguera, multiplica el malestar, lo alarga en el
tiempo, genera un bloqueo a la hora de buscar soluciones y a medio plazo puede
llevar a problemas emocionales más graves por acumulación”
[…]
“Parte de mi trabajo es entender y
ayudar a las personas a que comprendan su historia y los aspectos que las
llevan a atascarse en sus vidas. Estas historias están hechas de emociones y de
desencuentros con esas emociones. En los últimos años he podido profundizar, a
través de varios proyectos de investigación, en el análisis de los complejos
mecanismos que subyacen a lo que sentimos, cómo lo sentimos, y cómo
reaccionamos ante ellos”.
[…]
“A lo largo del libro iré haciendo
referencia a algunos de estos estudios, siempre intentando aterrizarlos en
experiencias cotidianas y concretas, y orientado a la mejora de la gestión de
lo que sentimos”,
NUDOS EMOCIONALES
Anabel González nos comenta lo fácil
que puede ser deshacer esos nudos emocionales que se nos forman muchas veces
sin darnos cuenta:
“El mundo emocional es complejo, pero
hay unas reglas de funcionamiento básico muy simples y claras. Si las dejamos
fluir, nuestras emociones se equilibran por sí solas. Lo hacen en base a
sistemas de regulación que el sistema nervioso lleva incorporados y de los que
muchas veces no somos conscientes. Podríamos decir que nuestro organismo tiene una sabiduría natural y funciona bastante
bien en piloto automático. El mayor problema, como ya comentaba, es cuando
empezamos a intervenir en esta regulación, pretendiendo cambiar las reglas con
las que las emociones funcionan. Por eso, aprender a modular nuestras emociones
no consiste en practicar técnicas de relajación o hacer ejercicios de
meditación, aunque ambas cosas pueden sernos de ayuda. Se trata en primer lugar
de dejar de hacer lo que puede estar
perjudicándonos en este terreno.
¿Pero por qué ocurre esto? ¿Por qué
hacemos cosas con nuestras emociones que son contraproducentes? Los seres
humanos tenemos cierta capacidad para complicar cosas que podrían ser
sencillas, pero en general no lo hacemos a propósito. Muchas veces repetimos lo
que hemos aprendido sin darnos cuenta, y lo seguimos aplicando también sin ser
conscientes, aunque no nos funcione bien”.
González, A. (2020): “Lo bueno de
tener un mal día”. Cómo cuidar de nuestras emociones para estar mejor”. (pp. 22 y 23). Planeta.
LA SIEMBRA DE
LAS EMOCIONES
La siembra
de las emociones sería, para mí, el mejor título para el libro, porque es todo
un manual de buenas prácticas para cultivar y cuidar nuestras emociones:
“Como veremos a lo largo de cada uno
de los capítulos, hay muchos aspectos que tener en cuenta. Si mejora nuestra comprensión de cómo funcionan las
emociones y cuáles son los sistemas más eficientes para regularlas, nuestras
posibilidades para lidiar con lo que la vida nos vaya trayendo serán mayores.
Comprender no lo cambia todo, pero ayuda mucho, y sin comprender difícilmente
podremos variar nuestros patrones”.
[…]
“Aparte de comprender, debemos tener
una buena conexión con lo que
sentimos y, en este punto, es fundamental prestar atención al cuerpo y a sus
sensaciones. Si no miramos para dentro, solo conoceremos la teoría. El cuerpo y
la reflexión consciente deben conjugarse para alcanzar una buena regulación de
las emociones.
En realidad, más importante que saber
qué hacer con nuestros estados emocionales, es saber qué no hacer”
[…]
“El cambio en la regulación de las
emociones no sucede por arte de magia, requiere un trabajo de siembra. La cosecha llega después, cuando el tiempo
es propicio y sea la estación adecuada. Quizás haya que esperar al año
siguiente para tener buenos frutos. Pero solo si conocemos el terreno, lo
abonamos, procuramos sembrar buena simiente y la cuidamos como requiere, tarde
o temprano podremos tener una buena cosecha. Este libro, de hecho, es un puñado
se semillas con instrucciones para su siembra y cuidado”.
González, A. (2020): “Lo bueno de
tener un mal día”. Cómo cuidar de nuestras emociones para estar mejor”. (pp. 11 y 12). Planeta.
ESTAMOS
EN ELLO
Ponte manos a la obra sería el último
mensaje que nos recomienda Anabel González al final de su libro:
“Hay una sabiduría natural de las
emociones que podemos recuperar, aunque nuestra forma de funcionar con ellas no
haya sido saludable hasta ahora. Aprender a identificarlas, a escucharlas y a
ver dónde nos mueven nos ayudará a entendernos a nosotros mismos, a
relacionarnos con los demás y a tomar decisiones saludables. Este cambio puede
producirse simplemente porque nos demos cuenta de algunos mecanismos
desfavorables que usamos y dejemos de hacerlo, pero no pocas veces requerirá la
paciencia de sembrar y cultivar nuevas maneras de funcionar con nuestras
emociones. Solo el hecho de estar leyendo sobre todo esto y de tener una mayor
conciencia de nuestro mundo emocional ya es un paso importante. A partir de
ahí, solo hace falta seguir andando.
[…]
“De nada sirve todo lo que hemos
contado si no lo llevamos a la vida, a las relaciones con los demás y con
nosotros mismos. Lo que hemos de aprender sobre todo ello está en nuestras
emociones y en las de los demás. Ahí descubriremos lo que no está en los
libros”.
González, A. (2020): “Lo bueno de
tener un mal día”. Cómo cuidar de nuestras emociones para estar mejor”. (pp.280, 281 y 286). Planeta.
Un saludo muy afectuoso.
Paulino.
Vídeo de presentación del libro
(Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=ggvXltDx_C0)