La doctora Marian Rojas Estapé acaba de publicar su tercer libro Recupera
tu mente, reconquista tu vida y sus dos libros anteriores Cómo hacer que te pasen cosas buenas y Encuentra tu persona vitamina fueron las
obras más vendidas en España en el año 2022.
“La doctora Marian Rojas Estapé es
psiquiatra. Licenciada en Medicina por la Universidad de Navarra. Trabaja en el
Instituto Rojas-Estapé en Madrid y su labor profesional se centra
principalmente en el tratamiento de personas con ansiedad, depresión,
trastornos de personalidad, trastornos de conducta, enfermedades somáticas y
trauma”.
Rojas, M. (2024): “Recupera tu
mente, reconquista tu vida”
(Contraportada). Espasa.
Mi querido/a lector/a esta vez te
extraigo dos aprendizajes muy interesantes, uno es sobre alimentación y el otro es
sobre psicología, espero que sean de tu agrado y enriquezcan tu SALUD INTEGRAL.
Del capítulo 4 ¿Qué le hace el azúcar a tu cerebro?, solamente te extraigo una buena
costumbre que realiza Marian para cuidar su salud:
“Mucha gente en consulta me reconoce
que siempre tiene hambre. Una de las causas clásicas es la ansiedad, que muchas
veces se exterioriza con ganas constantes de ingerir alimentos, Hay otra cada
vez más investigada los altos niveles de insulina.
Cuanto mayor sea el nivel de insulina,
mayor será el hambre”.
¿Y cuál es la mejor herramienta para controlar
la insulina?
[…]
“No cabe duda que el ejercicio. Caminar tras una comida —los indios
recomiendan dar cien pasos, ¡qué buena costumbre!— tiene sus razones. Si
después de acabar nos quedamos sentados en la silla o nos vamos al sofá, la
glucosa inundará las células y las mitocondrias se saturarán. Se producirán los
radicales libres, la inflamación se incrementará y la glucosa que sobra irá a
los músculos, al hígado y también a la grasa. Pero si tenemos un poco de fuerza
de voluntad y nos levantamos y hacemos la caminata para la digestión —así la
llaman los alemanes—, cuando la glucosa pase de los intestinos a la sangre las
mitocondrias tendrán mayor capacidad de combustible. Así, podrán usar la que
les quede para producir adenosín trifosfato ATP e inyectar energía a los
músculos. Por lo tanto, si tienes comidas copiosas durante el fin de semana.
Vuelve andando a casa o intenta hacer algo de deporte después. En mi caso he
comenzado con esta práctica, y si algún día tengo cena fuera con familia o
amigos, vuelvo caminando. A veces llevo unos zapatos de recambio en el bolso
para aguantar la caminata, pero compensa porque noto que se produce una
sensación de bienestar maravillosa y descanso mejor cuando me meto en cama”.
Se ha visto también que los ejercicios
aeróbicos y de fuerza son capaces de reducir el pico de glucosa hasta en un 30
% y no solo eso, de atenuar o incluso disminuir las subidas en las veinticuatro
horas siguientes en casi un 35 %. La actividad física acelera el proceso de
desintoxicación del cuerpo de la fructosa —presente en muchos alimentos en
forma de jarabe—, haciendo que los músculos sean más sensibles a la insulina,
disminuyendo los niveles de esta en sangre. Al contraerse los músculos y captar
más cantidad de glucosa sin necesidad de insulina, el pico será menor y el
páncreas necesitará menos cantidad de esta para combatir la glucosa que queda.
Cuanto más ejercicio, más se aplanan
las curvas de glucosa e insulina”.
Rojas, M. (2024): “Recupera tu
mente, reconquista tu vida”. (pp.
132, 138 y 139). Espasa.
En el capítulo 20 Flow, el
estado de flujo Marian nos relata uno de los casos clínicos que atiende en su consulta de psiquiatría y que
aparecen en todos sus libros. Me parece muy importante lo que cuenta sobre los lugares de recuperación que cada uno
tenemos para aliviar nuestros malestares psicológicos.
Caso clínico:
“Patricia está casada, tiene tres hijos y
sufre ansiedad e irritabilidad.
—Soy muy
exigente, y me enfado con mi marido y los chicos de forma muy violenta,
gritándoles por cualquier cosa. Me estoy convirtiendo en una persona que no me
gusta. Soy incapaz de relajarme, siempre vivo en tensión y en alerta. No sé cómo
parar el bucle.
Dejó de
trabajar tras el parto de su tercer hijo, que nació prematuro, y estuvo meses
en terapias y con pruebas.
—Un día, volviendo de dejar a
los niños del colegio, en el coche, en pleno atasco y lloviendo, sufrí un
ataque de ansiedad —me cuenta—. Dejé el vehículo en el arcén de la carretera,
cogí un taxi y me fui directa a un hospital cercano, donde me recetaron unas
pastillas y me derivaron a psiquiatría.
Patricia es muy perfeccionista y
percibe una sensación de insatisfacción constante. Se añade que tiene una
relación complicada con su madre, que la visita todos los días, lo que le
potencia su hiperexigencia con comentarios negativos como que a pesar de haber
dejado de trabajar, su vida sigue siendo un caos. Me reconoce que a veces a
solas, esta frase vuelve con fuerza a su mente y le hunde. Le explico lo que
está pasando:
PERSONALIDAD: Exigente, muy sensible, voz interior machacante.
FACTORES DE ESTRÉS: Desorden, hijos que no obedecen, sensaciones de caos, las conversaciones con su madre.
VÍAS DE ESCAPE: No tiene.
Le prescribo medicación para regular sus niveles de tensión y ansiedad, y comenzamos con un plan de conducta y gestión emocional para poder reconducir su estrés. Al mismo tiempo, nos damos cuenta de que no tiene lugares de recuperación. En estos casos buceo en la vida del paciente intentando hallar aficiones que puedan ayudarle. A Patricia le encantaba pintar platos, lo hizo en la baja maternal de su primer hijo, y lo disfrutó mucho. Dicho y hecho. Al cabo de unos días monta en el sótano de su casa un pequeño taller. Llama a su antigua profesora de pintura y esta le comenta que tienen pedidos de platos antiguos para barnizar, restaurar y colorear, y está buscando exalumnas que la apoyen en el proyecto.
Cuando vuelvo a ver a Patricia al cabo
de unas semanas, me encuentro con una persona distinta. Es feliz, ha puesto en
orden su vida, se levanta y, tras llevar los niños al cole y dejar la casa
recogida, comienza a pintar y restaurar. Hay días que le dan las cinco de la
tarde. Al hacerlo su cerebro entra en
estado de flujo. Esa sensación es maravillosa porque le genera mucho
bienestar.
[…]
¿Cuáles son tus lugares de recuperación?
¿Dónde
encuentras tu Flow, estado de flujo?
Mihaly Csikszentmihalyi nació en
Fiume, en Italia —actual Riijeka, en Croacia—, un pueblo muy cercano a la
frontera de la antigua Yugoeslavia. En su infancia pasó una temporada en un
campo de prisioneros italianos, y en sus entrevistas reconocía que aquella
experiencia le marcó profundamente. Descubrió en su encierro el ajedrez, y se
dio cuenta de que cuando jugaba era capaz de abstraerse de lo que sucedía en
el entorno, lo que le ayudó a gestionar mejor su estancia allí”.
[…]
“En su obra Flow: The psychology
of optimal experience —Fluir, una
psicología de la felicidad— expone cómo la felicidad del ser humano puede
mejorar si introduce más flow. En él el individuo se encuentra plenamente
inmerso y une sus habilidades en forma de pasión, ilusión máxima, reto y
atención plena. Quizá por eso llevo años recomendando a mis pacientes que
retornen a sus hobbies y eviten las
pantallas”.
Rojas,
M. (2024): “Recupera tu mente, reconquista tu vida”. (pp. 359, 360, 356 y 357). Espasa.
Esperando que te haya gustado el
artículo, puedes conocer más sobre la autora en:
Y recuerda, “Aprende, comparte y sonríe”.
Un saludo muy afectuoso.
Paulino.
Vídeo de presentación del libro:
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=wn8LXchyHwo