(Segunda
publicación en el blog: 16/07/2022)
Esta
segunda publicación completa a la primera, porque Sari Arponen (www.drasariarponen) habla sobre el Ikigai en su libro: “¡Es
la microbiota, idiota! Descubre cómo tu salud depende de los billones de
microorganismos que habitan en tu cuerpo” publicado por Alienta editorial
del Grupo Planeta.
Y comenta los siguiente sobre el
diagrama y el verdadero significado de ikigai:
“En Japón, el ikigai es la
razón que tiene uno para levantarse por la mañana y para disfrutar la vida,
pero quizás te hayan hecho creer que es otra cosa. Y es que en el mundo
occidental se ha puesto de moda este diagrama, donde al asterisco lo llama ikigai:
Si esto se lo enseñaras a un japones, te pondría cara de haba. Esta imagen se repite en blogs, libros y artículos miles de veces, pero no tiene que ver con el auténtico ikigai. Esta imagen la creó un español, Andrés Zuzunaga, que para elaborarlo se inspiró en su trabajo con cartas natales astrológicas. Luego Borja Villaseca lo incorporó a su libro en 2013 (Qué harías si no tuvieras miedo). Así que este diagrama en realidad no se llama El diagrama del ikigai sino el El diagrama de Venn Zuzunaga del Propósitó. Luego, un emprendedor y bloguero llamado Marc Winn metió la palabra ikigai en el centro del diagrama; pero en realidad, él no sabía nada de Japón ni del ikigai.Eso no le ha impedido, según afirma: ”ayudar a miles de personas a encontrar su ikigai”, refiriéndose a emprendedores.
¡El ikigai japonés no tiene
mucho que ver con ganar dinero! La raíz iki viene del verbo ikiru,
que significa vivir la vida día a día. Gai viene de kai, concha
en japonés. Gai se refiere al valor de hacer las cosas. Por ejemplo, hatarikigai
es el “valor de trabajar”. Ikigai es “el valor que uno encuentra en
vivir día a día”. En Japón es un término muy normal, sin el misticismo que
nosotros le damos.
(Primera publicación en el blog: 25/94/2022)
“Ikigai”, propósito de vida
Francesc
Miralles da una charla en el Club Faro el lunes 25 de abril de 2022 en el MARCO
de Vigo (Príncipe, 54). Aunque el título de su charla es “20 preguntas
existenciales cuyas respuestas pueden cambiar tu vida”, yo aprovecho su
visita a Vigo para hablaros de uno de sus libros: “Ikigai. Los secretos de
Japón para una vida larga y feliz” (Urano). Este “best seller” español
traducido a 66 idiomas es un maravilloso viaje en busca de un secreto.
Los
protagonistas de nuestro viaje Francesc Miralles y Héctor García (Kirai) quieren
investigar el secreto que se esconde en “la aldea de los centenarios” (Ogimi),
conocida por ser el lugar del mundo en donde, no solo hay más personas que han
cumplido 100 años, sino que se muestran activos y satisfechos hasta el fin de
sus vidas.
Ogimi
se encuentra en la isla japonesa de Okinawa, que es una de las zonas analizadas
por Buettner en su libro “Zonas azules”, llamadas así por los
científicos y demógrafos como lugares en el mundo donde las personas son más
longevas.
Según
los científicos que han comparado las vidas en las zonas azules, las claves de
una larga vida son la dieta, el ejercicio, tener un propósito en la vida (un ikigai)
y buenas conexiones sociales (un moai).
Entre
estas claves, nos encontramos primero lugar con el ikigai.
“Según los naturales de Okinawa, la isla con mayor índice de centenarios del mundo, el ikigai es la razón por la que nos levantamos por la mañana”,
“Tener un ikigai claro y definido, una gran pasión, da satisfacción, felicidad y significado a la vida. La misión de este libro es ayudarte a encontrarlo, además de descubrir muchas claves de la filosofía japonesa para una larga salud del cuerpo, la mente y el espíritu”, señalan los autores al contarnos su viaje al Extremo Oriente.
Y,
en segundo lugar, otro concepto muy importante es el moai: lazos para una
larga vida, y nos cuentan:
“Esta es una tradición de Okinawa —aunque también de Kagoshima— para formar lazos fuertes en las comunidades locales. El moai es un grupo informal de gente con intereses comunes que se ayudan entre sí. Para muchos, el servicio a la comunidad se convierte en uno de sus ikigais.
El origen de los moais viene de los tiempos difíciles, cuando los agricultores se juntaban para intercambiar información sobre las mejores formas de cultivar, así como para ayudarse los unos a los otros en caso de que la cosecha no fuera bien ese año…
Este sentimiento de pertenencia y ayuda mutua aporta seguridad a la persona y contribuye a aumentar la esperanza de vida”.
Continuando
con este viaje, los autores recogen opiniones y citas de artistas de Oriente y
Occidente, como la siguiente con la que me identifico:
APRENDER, SIEMPRE APRENDER
“Podrás hacerte viejo y tembloroso, podrás permanecer despierto de noche escuchando el desorden en un tus venas, podrás añorar tu único amor, podrás ver el mundo a tu alrededor devastado por maníacos malvados, o tu honor pisoteado en las cloacas de las mentes simples. Sólo queda una cosa entonces: aprender. Aprender por qué el mundo se mueve y qué lo mueve. Es la única cosa que la mente nunca puede agotar, alienar, ni ser torturada por ello, ni temer, ni desconfiar, y ni soñar con lamentarlo”.
T.H, White, El único y futuro rey
1. NO PREOCUPARSE
“El secreto para una vida larga es no preocuparse. Y tener el corazón fresco, no dejar que envejezca. Abrir el corazón a la gente con una buena sonrisa en la cara. Si sonríes y abres el corazón, tus nietos y todo el mundo querrá verte”.
“La mejor manera de no angustiarse es salir a la calle y saludar a la gente”
2. BUENAS RUTINAS
“El secreto para no atontarse con la edad está en los dedos. Desde los dedos hasta la cabeza y otra vez de vuelta. Si sigues moviendo los dedos trabajando, llegarán los 100 años”.
“Una vida larga depende sólo de tres cosas: ejercicio para la salud, comer bien y juntarte con gente”.
3. CULTIVAR LAS AMISTADES CADA DÍA
“Reunirme con mis amigos es mi ikigai más importante. Aquí nos juntamos todos y hablamos, es muy importante. Siempre tengo en mente el siguiente día que nos vamos a encontrar aquí, es lo que más me gusta en la vida”.
Hablar cada día con la gente que quieres, ese es el secreto de una vida larga”.
4. VIVIR SIN PRISAS
“Mi secreto para una vida larga es decirme siempre ”despacio”, ”con calma”. Sin prisas se vive mucho más”.
“Cada día trabajo el mimbre, ese es mi ikigai. Al despertarme, lo primero que hago es rezar. Luego hago ejercicio y desayuno. A las 7 empiezo a trabajar con los hilos de mimbre, con tranquilidad. A las 5, cuando me canso, voy a reunirme con los amigos”.
5. OPTIMISMO
“Cada día me digo a mí mismo:” Hoy va a ser un día con salud y energía”. A tope.”
“Lo más importante en Ogimi, y en la vida, es sonreír”
“No hay ningún secreto. El truco es simplemente vivir”
Tras
185 páginas de viaje conversando, observando, recogiendo y compartiendo los
secretos y la cultura de los ancianos de Ogimi, los autores te advierten de que:
“Una vez has encontrado tu propio ikigai, se trata de seguirlo y alimentarlo cada día para dar sentido a tu existencia. En el momento en el que dotas de significado a tu vida, la tarea más rutinaria se convierte en un feliz fluir, como el calígrafo ante su lienzo o el cocinero que sigue preparando con amor, medio siglo después, el sushi para sus comensales”
García,
H. y Miralles, F. (2016): “Ikigai. Los secretos de Japón para una vida larga
y feliz” (p. 186) Urano.
Para
que te animes a realizar el viaje de este libro y te ayude a encontrar tu ikigai
te cuento las 10 leyes del ikigai que Héctor García y Francesc Miralles
extrajeron en su viaje a Okinawa.
10 leyes del ikigai
“1. Mantente siempre activo, nunca te retires. Quien abandona las cosas que ama y sabe hacer, pierde el sentido de su vida. Por eso, incluso después de haber terminado la vida laboral “oficial”, es importante seguir haciendo cosas de valor, avanzando, aportando belleza o utilidad a los demás, ayudando y dando forma a nuestro pequeño mundo.
2. Tómatelo con calma. Las prisas son inversamente proporcionales a la calidad de vida. Como dice un viejo proverbio: “Caminando despacio se llega lejos”. Cuando dejamos atrás las urgencias, el tiempo y la vida adquieren un nuevo significado.
3. No comas hasta llenarte. También en la alimentación para una vida larga “menos es más”. Según la ley del 80% para preservar la salud mucho tiempo, en lugar de atiborrarse hay que comer un poco menos del hambre que tenemos.
4. Rodéate de buenos amigos. Son el mejor elixir para disolver las preocupaciones con una buena charla, contar y escuchar anécdotas que aligeren la existencia, pedir consejo, divertirnos juntos, compartir, soñar…En suma, vivir.
5. Ponte en forma para tu próximo cumpleaños. El agua se mueve, fluye fresca y no se estanca. Del mismo modo, tu vehículo para la vida necesita un poco de mantenimiento diario para que pueda durar muchos años. Además, el ejercicio segrega las hormonas de la felicidad.
6. Sonríe. Una actitud afable hace amigos y relaja a la propia persona. Está bien darse cuenta de las cosas que están mal, pero no hay que olvidar el privilegio de estar aquí y ahora en este mundo lleno de posibilidades.
7. Reconecta con la naturaleza. Aunque la mayoría de seres humanos vivan en ciudades, estamos hechos para fundirnos con la naturaleza. Necesitamos regularmente volver a ella para cargar las pilas del alma.
8. Da las gracias. A tus antepasados, a la naturaleza que provee aire y alimento, a tus compañeros de vida, a todo lo que ilumina tu día a día y te hace dichoso de estar vivo. Dedica un momento del día a dar las gracias y aumentarás tu caudal de felicidad.
9. Vive el momento. Deja de lamentarte por el pasado y temer al futuro. Todo lo que tienes es el día de hoy. Dale el mejor uso posible para que merezca ser recordado.
10. Sigue tu ikigai. Dentro de ti hay una pasión, un talento único que da sentido a tus días y te empuja a dar lo mejor de ti mismo hasta el final. Si no lo has encontrado aún, como decía Viktor Frankl, tu próxima misión será encontrarlo.
Los autores de este libro te deseamos una vida larga, dichosa y llena de sentido.
Gracias por estar aquí,
Héctor García (Kirai) &Francesc Miralles”.
García,
H. y Miralles, F. (2016): “Ikigai. Los secretos de Japón para una vida larga
y feliz” (págs. 186-188) Urano.
Estimado
lector/a espero que te haya gustado este artículo.
Un
saludo muy afectuoso. Paulino.