sábado, 18 de octubre de 2025

La solución del azúcar en la sangre

El doctor Mark Hyman  (https://www.instagram.com/drmarkhyman/), autor de “La solución del azúcar en la sangre”, es licenciado en Medicina por la Universidad Cornell y se graduó magna cum laude en la Facultad de Medicina de la Universidad de Otawa. Ha dedicado su carrera a identificar y tratar las causas principales de las enfermedades crónicas a través de la medicina funcional. Algunos de sus libros han sido incorporados en varias ocasiones a la lista de más vendidos de The New York Times. Es fundador y director médico de The UltraWellness Center en Lenox, Massachusetts.

                En este libro, además de los estudios científicos y  los casos de los pacientes  de su  consulta, recoge también muchos cuestionarios y pruebas analíticas que facilitan el conocimiento de las verdaderas causas de las enfermedades crónicas, que es la esencia de la “Medicina Funcional” que promueve en su clínica.

                De “La solución del azúcar en la sangre” te extraigo 7 preguntas a las que contesto a lo largo del artículo del blog: “Lecturas para compartir” y que espero te aporten, como a mí, conocimiento y entretenimiento:

1. ¿A qué llama Mark Hyman  “diabesidad”?

2. ¿Qué se entiende por “prediabetes?

3. ¿En qué consiste el proceso de la nutrigenómica?

4. ¿Cómo surgen las enfermedades según “la medicina funcional”?

5. ¿Qué provoca la inflamación?

6. ¿Tomar un café está sobrevalorado?

7. ¿Realmente es necesario que tomemos  suplementos vitamínicos?

1. ¿A qué llama Mark Hyman  “diabesidad”?

                 Mark Hyman nos explica que quiere decir con ese término y la relevancia que tiene en la salud:

 “¿Qué hay tras un nombre? En realidad, la resistencia a la insulina, síndrome metabólico, síndrome X, obesidad, prediabetes, diabetes “de adulto” o diabetes tipo 2 son esencialmente un solo problema. Algunos varían en gravedad, pero todos pueden tener consecuencias mortales. El diagnóstico y tratamiento de las causas ocultas o subyacentes que desencadenan todos esos trastornos son los mismos.

Diabesidad es un término más integral para describir el tránsito de un equilibrio óptimo de azúcar en la sangre hacia la resistencia a la insulina y a una diabetes pertinaz.

[…]

Casi todas las personas con más peso del recomendado (más del 70 por ciento de los adultos estadounidenses) tienen “prediabetes” y corren riesgos significativos de enfermedades y muerte. Pero no lo saben. Peor aún: si bien la palabra diabesidad está compuesta por los conceptos de “obesidad” y “diabetes”, hasta las personas que no sufren sobrepeso pueden enfrentarse a ese problema. Se trata de las personas delgadas con tripa. O sea “fofas” (sin masa muscular suficiente) en vez de tener más peso del recomendado,  y además tienen algo de grasa adicional alrededor de la parte central del cuerpo, o “grasa en el abdomen”. Actualmente no existen recomendaciones nacionales de pruebas médicas, normativas de tratamiento, medicamentos aprobados, ni reembolsos a proveedores de cuidados de salud para el diagnóstico y tratamiento de trastornos que no sean diabetes pertinaz. Piensa en eso. No se espera, ni se capacita, ni se paga para que los médicos diagnostiquen y le den tratamiento a la principal enfermedad crónica en Estados Unidos, la cual, conjuntamente con el hábito de fumar, provoca casi todos los grandes problemas de salud del siglo XXI, incluyendo enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, demencia e incluso cáncer. Pero la buena noticia es que en este libro hay una solución científicamente probada que he trazado para ti”.

Hyman, Mark.  (2023): “La solución del azúcar en la sangre”. (pp. 1 y 2). Aguilar.

2. ¿Qué se entiende por “prediabetes?

        En el artículo del libro de (enlace) …… ¿por qué enfermamos? anterior ya hablaba de la prediabetes y Mar Hyman también defiende que:

La idea más importante de este libro es que la prediabetes no es “pre” de nada. Es una enfermedad mortal que desencadena los más grandes asesinos: infartos de miocardio, derrames cerebrales, cáncer, demencia y tantos otros.

[…]

                La prediabetes puede provocar hasta una “predemencia” o discapacidad cognitiva ligera, o sea, algo similar a las primeras etapas del alzhéimer. Estudios recientes han demostrado que los diabéticos corren un riesgo cuatro veces mayor de padecer alzhéimer, y los pacientes con prediabetes o síndrome metabólico corren un riesgo mucho mayor de predemencia o discapacidad cognitiva ligera (MCI, por sus siglas en inglés). Ni siquiera tienes que padecer diabetes para sufrir daño cerebral y pérdida de la memoria debido a altos niveles de insulina y resistencia a la insulina. El simple hecho de tener prediabetes puede llevarte a la predemencia. La enfermedad de alzhéimer es considerada en la actualidad como una diabetes tipo 3. Estudios recientes revelan que en la medida en que aumenta tu perímetro abdominal, disminuye el tamaño de tu cerebro. Además, afecta a tu funcionamiento cerebral. Un extraordinario estudio con imágenes del cerebro hecho por el doctor Daniel Amen y sus colegas puso de manifiesto que la obesidad estaba asociada con un menor flujo sanguíneo en la corteza prefrontal (la porción del cerebro que controla la toma de decisiones ejecutivas como: “¿Me como esa rosquilla ahora mismo o no?”)

Hyman, Mark.  (2023): “La solución del azúcar en la sangre”. (pp. 31 y 34). Aguilar.

3. ¿En qué consiste el proceso de la nutrigenómica?

        Me encanta este concepto,  porque contrasta con la obsesión por la pérdida de peso como la  solución a los problemas de salud, y Mark Hyman dice:

                “Aunque la pérdida de peso es vital e importante para lograr una salud óptima, lo que estamos descubriendo en pacientes sometidos a una cirugía de desviación gástrica es que incluso un cambio total de la dieta en un breve lapso de tiempo crea cambios metabólicos impresionantes. Todos los parámetros que creíamos vinculados a la obesidad, tales como altos niveles de azúcar en la sangre, colesterol alto, hipertensión, inflamación y obstrucción de arteria, se reducen enormemente incluso sin una pérdida de peso significativa, debido a los rápidos efectos de los cambios en la dieta que controlan qué genes se activan o desactivan. Este proceso se conoce como nutrigenómica: la forma en que los alimentos dialogan con nuestros genes. Si bien la pérdida de peso es importante, lo es mas la calidad de los alimentos que ingerimos. Estos son la información que cambia de inmediato nuestro metabolismo y nuestros genes.

                Lo contrario también es cierto, como aprendimos en un estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine, donde se analizaba el caso de una mujer a la cual le extrajeron 20 kilos de grasa abdominal con una liposucción. La paciente no mostró cambios rn ninguno de los marcadores metabólicos de obesidad, incluidos el azúcar en la sangre, el colesterol, la tensión y la inflamación. A pesar de perder 20 kilos, siguió enferma.

        La moraleja de todo lo anterior es que la calidad de los alimentos que incorporamos a nuestro organismo rige el funcionamiento de nuestros genes, metabolismo y salud en general. No se trata de una simple cuestión de peso o de calorías ingeridas/calorías quemadas. Consumir alimentos potentes, alteradores de genes, integrales, naturales y frescos que tú cocinas puede cambiar rápidamente tu biología. Perderás peso al equilibrar tus sistemas, no al matarte de hambre. La solución del azúcar en la sangre es como someterse a una desviación gástrica sin el dolor de la cirugía, los vómitos y la desnutrición”.

Hyman, Mark.  (2023): “La solución del azúcar en la sangre”. (pp. 41 y 42). Aguilar.

4. ¿Cómo surgen las enfermedades según “la medicina funcional”?

Lo más ambicioso del libro es reconocer el equilibrio de los siete sistemas fundamentales de nuestro organismo sobre los que se basa la medicina funcional:

“El método que la medicina funcional adopta ante la enfermedad no es un nuevo tratamiento, modalidad, especialidad o técnica. Tampoco es medicina integrativa o alternativa. Es el futuro de la medicina: aplicar nuevos descubrimientos de la biología acerca de cómo enfermamos realmente y cómo podemos crear salud. Es darle tratamiento a todo el sistema y no solo al síntoma. Además, aplica la ciencia más avanzada en un método clínico práctico al servicio de nuestra salud. Es una forma de pensar que se centra en la pregunta de “¿por qué?, o sea, la causa; y no solo en “¿qué?, o el nombre de la enfermedad.

[…]

Imagínate que vas al médico y le dices que no tienes energía, que te sientes triste, desvalido, desesperanzado, que no puedes dormir y que has perdido el interés en la comida y en las relaciones sexuales.

Es probable que tu médico te diga: “Ya sé lo que te ocurre. Estás deprimido. Necesitas un antidepresivo”. Pero la “depresión” es solo un nombre que le damos a ese conjunto de síntomas, que nada dice acerca de su causa.

Los síntomas de depresión pudieran ser resultado de un trauma emocional; una reacción autoinmune al gluten que afecta al funcionamiento de la tiroides; deficiencia de vitamina B12 porque estás tomando un protector de ácido que evita su absorción; deficiencia de vitamina D porque vives en Seatle; inflamación intestinal por tomar demasiados antibióticos que matan la flora normal; grandes cantidades de mercurio en el organismo porque te encanta el pescado; deficiencia de omega-3 porque detestas el pescado; o resistencia a la insulina porque consumes demasiado azúcar. El diagnóstico y tratamiento de cada una de esas causas es muy diferente. Lo mismo ocurre con la obesidad, la diabetes y cualquiera de los miles de síntomas clasificados como “enfermedades” en nuestros libros de medicina.

Ahora tenemos un sistema de clasificación de enfermedades basado en la ubicación o geografía del cuerpo (cabeza, articulaciones, estómago) y por síntomas. En la actualidad hay más de 12.000 diagnósticos, y en el nuevo sistema de clasificación tendremos 155.000 enfermedades diferentes. Eso no tiene sentido. La medicina funcional reconoce que casi todas las enfermedades surgen a partir de desfases en los pocos sistemas claves de tu organismo (los sietes pasos) que ocurren cuando tienes demasiadas cantidades de algo (toxinas, microbios, alérgenos, dieta insuficiente, estrés) o cantidades insuficientes de algo (alimentos naturales y enteros, nutrientes [vitaminas y minerales], luz, agua, aire, sueño, movimiento, ritmo, amor, conexión, significado y propósito).

[…]

Hay siete sistemas fundamentales en nuestro organismo que pueden descontrolarse. Para curarnos de la diabesidad, o vencer cualquiera de las demás enfermedades crónicas que podemos padecer, es preciso volver a equilibrar estos siete sistemas fundamentales. En la Parte II exploraremos los desequilibrios de estos sistemas y las formas de corregirlos:

·         Paso 1. Estimula tu nutrición.

·         Paso 2. Regula tus hormonas.

·         Paso 3. Reduce la inflamación.

·         Paso 4. Mejora tu digestión.

·         Paso 5. Maximiza la desintoxicación.

·         Paso 6. Perfecciona el metabolismo energético.

·         Paso 7. Tranquiliza tu mente”.

        Hyman, Mark.  (2023): “La solución del azúcar en la sangre”. (pp. 70, 74 y 75). Aguilar.

5. ¿Qué provoca la inflamación?

        En el paso 3: “Reduce la inflamación”, Mark Hyman nos explica las posibles causas de la inflamación, que a su vez producen resistencia a la insulina y provocan la mayoría de las enfermedades crónicas:

 “Uno de los descubrimientos médicos más significativos del siglo XXI es que la inflamaciones el vínculo común que conecta no solo las enfermedades autoinmunes y alérgicas obvias, sino también la mayoría de las enfermedades crónicas, incluidas las cardíacas, la obesidad, la diabetes, el cáncer, la demencia y la depresión. De hecho una inflamación descontrolada provoca resistencia a la insulina, la cual como ahora sabemos, es el factor principal de todas esas enfermedades aparte de la autoinmunidad y la alergia. La resistencia a la insulina crea aún más inflamación y toda la “casa biológica” se incendia.

[…]

¿Qué provoca esta inflamación? Varios estudios recientes destacan algunas causas básicas que podemos identificar y tratar directamente.

El azúcar, carbohidratos refinados, grasas transgénicas, demasiadas grasas inflamatorias omega-6 provenientes de aceites vegetales procesados (como el de soja o de maíz), edulcorantes artificiales, alergias y sensibilidades ocultas a los alimentos, infecciones crónicas, desequilibrios en las bacterias intestinales, toxinas medioambientales, estrés y un estilo de vida sedentario propician inflamación. Por supuesto, la pregunta clave para ti es cuales de esos factores son la fuente de inflamación, y la respuesta es diferente según cada persona. Si quieres vencer la diabesidad, tienes que encontrar todas las fuentes de inflamación existentes en tu vida y eliminarlas. La solución del azúcar en la sangre  te ayudará a lograrlo”.

        Hyman, Mark.  (2023): “La solución del azúcar en la sangre”. (pp. 114 y 115). Aguilar.

6. ¿Tomar un café está sobrevalorado?

Me llamó la atención la inclusión del café dentro de las sustancias aditivas a eliminar de nuestra rutina diaria. Mark Hyman nos dice que una ingestión rápida de  azúcar o cafeína nos da un breve impulso, luego se produce la crisis y las ansias de comer, así que:

“Recuerda que aunque no hagas nada más de lo que te recomiendo en este libro, la eliminación del azúcar, los carbohidratos refinados, los alimentos procesados, las grasas transgénicas, la cafeína y el alcohol provocará profundos efectos en tu peso, energía, estado de ánimo y salud en solo unas semanas. Por tanto, tómate esas vacaciones de las drogas. Serán las mejores vacaciones de tu vida.

[…]

Cuando estudiaba medicina, todos tomaban café y yo comencé a consumir mi taza diaria. Al hacerlo, noté que me daba mucho sueño por la tarde, y necesitaba más cafeína o azúcar para mantenerme despierto. Me di cuenta de que el café era la causa, dejé de tomarlo y volví a tener energía. Muchos de mis pacientes quedan atrapados en este ciclo. La mayoría duerme demasiado poco. Pero la cafeína no compensa la falta de sueño.

Cuando elimines la cafeína, te sentirás más cansado los primeros días e incluso puede dolerte la cabeza. Esos síntomas de abstinencia son una señal indudable de adicción. Pero cuando logres desintoxicarte, tendrás más energía de la que tenías cuando consumías cafeína.

A continuación, cómo puedes dar término a tu adicción de la forma menos dolorosa

1.       Comienza un fin de semana cuando puedas dormir lo suficiente.

2.       Reduce la dosis a la mitad todos los días hasta que consumas media taza de café al día. Luego, deja de beberlo

3.       Bebe abundante agua.

4.       Toma 1.000 mg diarios de vitamina C.

5.       Si te duele la cabeza, vete a la cama, o si lo consideras necesario tómate un par de píldoras analgésicas Advil”.

        Hyman, Mark.  (2023): “La solución del azúcar en la sangre”. (pp. 186 y 187). Aguilar.

7. ¿Realmente es necesario que tomemos  suplementos vitamínicos?

            Mark Hyman nos habla de la importancia de los nutrientes:

                “Nuevas evidencias científicas han demostrado la importancia de los nutrientes como contribuyentes esenciales en nuestra bioquímica y metabolismo. Son el aceite que engrasa las ruedas de nuestro metabolismo. Y las deficiencias a gran escala de nutrientes que sufre la población, como las grasas omega-3, vitamina D, ácido fólico, cinc, hierro y magnesio, se han documentado ampliamente en extensas investigaciones patrocinadas por el gobierno. Parecería una paradoja, pero la obesidad y la desnutrición van aparejadas. Los alimentos procesados con gran contenido de azúcar y calorías casi no contienen nutrientes, pero necesitan muchas más vitaminas y minerales para ser metabolizados. Es un daño doble.

                Hay cuatro razones principales de nuestra carencia de nutrientes. Primero, dejamos de comer alimentos salvajes que contienen niveles muchísimo más altos de vitaminas, minerales y grasas esenciales. En segundo lugar, debido al agotamiento de las tierras de cultivo y las técnicas de agricultura industrial e hibridación, los animales y las verduras que consumimos tienen menos nutrientes. En tercer lugar, los alimentos procesados que se fabrican industrialmente no tienen nutrientes. Y en cuarto lugar, la carga total de toxinas medioambientales, la falta de luz solar y el estrés crónico provocan una necesidad mayor de nutrientes.

                Por esa razón, todos necesitan un buen multivitamínico, aceite de pescado y vitamina D. También recomiendo probióticos porque la vida moderna, la dieta, los antibióticos y otros medicamentos dañan nuestro ecosistema intestinal, una parte vital de nuestro sistema para mantenernos sanos y delgados. Las personas que padecen de diabesidad necesitan nutrientes adicionales para reajustar y corregir los desequilibrios metabólicos, mejorar el funcionamiento de la insulina, equilibrar el nivel de azúcar en la sangre y reducir la inflamación”.

 Hyman, Mark.  (2023): “La solución del azúcar en la sangre”. (p. 250). Aguilar.

        Con mucho cariño.

        Paulino

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