sábado, 19 de octubre de 2024

Lo bueno de tener un mal día

        La doctora Anabel Gonzálezhttps://anabelgonzalez.es/ ) visitó el Club Faro en Vigo para la presentación de su libro “¿Por dónde se sale?” (Editorial Planeta) pero en este artículo te hablo de un libro anterior “Lo bueno de tener un mal día. Cómo cuidar de nuestras emociones para estar mejor  (Editorial Planeta)

        La presentación de la autora de hoy es:

        “Anabel González es psiquiatra, psicoterapeuta y doctora en Medicina. Trabaja en el Complexo Hospitalario Universitario A Coruña (CHUAC). Es presidenta de la Asociación EMDR España, cuya web es  https://www.emdr-es.org/  .

        Pero también me gustaría que conocieras su trabajo clínico:

        “Una de las principales aspiraciones del ser humano es alcanzar la felicidad, y aunque pensamos que es la vida la que nos lo pone difícil, en no pocas ocasiones nosotros mismos nos ponemos obstáculos. He pasado la mayor parte de mi vida ayudando a personas con problemas, he conocido sus historias vitales y cómo han reaccionado ante ellas. Como psiquiatra siempre me han interesado el campo de la psicoterapia del trauma, es decir, el camino por el que quienes han sufrido experiencias difíciles consiguen superar estas vivencias y llevar una vida gratificante”.

        González, A. (2020): “Lo bueno de tener un mal día”. Cómo cuidar de nuestras emociones para estar mejor”. (p. 9). Planeta.

UN   MAL   DÍA

        El libro comienza con el mal día:

        “Lucía ha tenido un mal día. Un día pésimo, de hecho. Empezó bien temprano,…”.

        Y después de contar todo lo que le sucedió a Lucía ese día, al final comenta:

        “Cuando nuestra relación con nuestras emociones no es eficiente, un día como este puede generar muchos problemas, que serán distintos, según como funcionen nuestros sistemas de regulación emocional. ¿Cómo llevarán un día similar personas que manejan sus emociones de un modo diferente a Lucía? Veamos varios ejemplos:”.

        Y nos relata como otras personas como Pandora, Bernardo, Alma, Marcial, Soledad e Iván   gestionan esos mismos hechos de una forma diferente, con pensamientos y conductas diferentes; porque cada uno tiene una regulación emocional particular.

        “La historia se basa en los mismos hechos, pero la banda sonora es completamente diferente. En la primera viñeta, Lucía amortigua muy bien el efecto de las circunstancias que se van produciendo. De hecho ese mal día, va a ser un revulsivo para volver a luchar por lo que le gusta y tratar de mejorar su vida; va a ser un mal día productivo. En los demás escenarios, en cualquiera de sus variantes, la gestión emocional echa gasolina a la hoguera, multiplica el malestar, lo alarga en el tiempo, genera un bloqueo a la hora de buscar soluciones y a medio plazo puede llevar a problemas emocionales más graves por acumulación”

[…]

        “Parte de mi trabajo es entender y ayudar a las personas a que comprendan su historia y los aspectos que las llevan a atascarse en sus vidas. Estas historias están hechas de emociones y de desencuentros con esas emociones. En los últimos años he podido profundizar, a través de varios proyectos de investigación, en el análisis de los complejos mecanismos que subyacen a lo que sentimos, cómo lo sentimos, y cómo reaccionamos ante ellos”.

[…]

        “A lo largo del libro iré haciendo referencia a algunos de estos estudios, siempre intentando aterrizarlos en experiencias cotidianas y concretas, y orientado a la mejora de la gestión de lo que sentimos”,

         González, A. (2020): “Lo bueno de tener un mal día”. Cómo cuidar de nuestras emociones para estar mejor”. (pp. 15, 16, 21 y 22). Planeta.

NUDOS   EMOCIONALES

        Anabel González nos comenta lo fácil que puede ser deshacer esos nudos emocionales que se nos forman muchas veces sin darnos cuenta:

        “El mundo emocional es complejo, pero hay unas reglas de funcionamiento básico muy simples y claras. Si las dejamos fluir, nuestras emociones se equilibran por sí solas. Lo hacen en base a sistemas de regulación que el sistema nervioso lleva incorporados y de los que muchas veces no somos conscientes. Podríamos decir que nuestro organismo tiene una sabiduría natural y funciona bastante bien en piloto automático. El mayor problema, como ya comentaba, es cuando empezamos a intervenir en esta regulación, pretendiendo cambiar las reglas con las que las emociones funcionan. Por eso, aprender a modular nuestras emociones no consiste en practicar técnicas de relajación o hacer ejercicios de meditación, aunque ambas cosas pueden sernos de ayuda. Se trata en primer lugar de dejar de hacer lo que puede estar perjudicándonos en este terreno.

        ¿Pero por qué ocurre esto? ¿Por qué hacemos cosas con nuestras emociones que son contraproducentes? Los seres humanos tenemos cierta capacidad para complicar cosas que podrían ser sencillas, pero en general no lo hacemos a propósito. Muchas veces repetimos lo que hemos aprendido sin darnos cuenta, y lo seguimos aplicando también sin ser conscientes, aunque no nos funcione bien”.

        González, A. (2020): “Lo bueno de tener un mal día”. Cómo cuidar de nuestras emociones para estar mejor”. (pp. 22 y 23). Planeta.

LA   SIEMBRA   DE   LAS   EMOCIONES

        La siembra de las emociones sería, para mí,  el mejor título para el libro, porque es todo un manual de buenas prácticas para cultivar y cuidar nuestras emociones:

          “A lo que hacemos con lo que sentimos lo llamamos regulación emocional, y es el tema central de este libro”.

        “Como veremos a lo largo de cada uno de los capítulos, hay muchos aspectos que tener en cuenta. Si mejora nuestra comprensión de cómo funcionan las emociones y cuáles son los sistemas más eficientes para regularlas, nuestras posibilidades para lidiar con lo que la vida nos vaya trayendo serán mayores. Comprender no lo cambia todo, pero ayuda mucho, y sin comprender difícilmente podremos variar nuestros patrones”.

[…]

“Aparte de comprender, debemos tener una buena conexión con lo que sentimos y, en este punto, es fundamental prestar atención al cuerpo y a sus sensaciones. Si no miramos para dentro, solo conoceremos la teoría. El cuerpo y la reflexión consciente deben conjugarse para alcanzar una buena regulación de las emociones.

        En realidad, más importante que saber qué hacer con nuestros estados emocionales, es saber qué no hacer

[…]

        “El cambio en la regulación de las emociones no sucede por arte de magia, requiere un trabajo de siembra. La cosecha llega después, cuando el tiempo es propicio y sea la estación adecuada. Quizás haya que esperar al año siguiente para tener buenos frutos. Pero solo si conocemos el terreno, lo abonamos, procuramos sembrar buena simiente y la cuidamos como requiere, tarde o temprano podremos tener una buena cosecha. Este libro, de hecho, es un puñado se semillas con instrucciones para su siembra y cuidado”.

        González, A. (2020): “Lo bueno de tener un mal día”. Cómo cuidar de nuestras emociones para estar mejor”. (pp. 11 y 12). Planeta.

ESTAMOS   EN   ELLO

        Ponte manos a la obra sería el último mensaje que nos recomienda Anabel González al final de su libro:

        “Hay una sabiduría natural de las emociones que podemos recuperar, aunque nuestra forma de funcionar con ellas no haya sido saludable hasta ahora. Aprender a identificarlas, a escucharlas y a ver dónde nos mueven nos ayudará a entendernos a nosotros mismos, a relacionarnos con los demás y a tomar decisiones saludables. Este cambio puede producirse simplemente porque nos demos cuenta de algunos mecanismos desfavorables que usamos y dejemos de hacerlo, pero no pocas veces requerirá la paciencia de sembrar y cultivar nuevas maneras de funcionar con nuestras emociones. Solo el hecho de estar leyendo sobre todo esto y de tener una mayor conciencia de nuestro mundo emocional ya es un paso importante. A partir de ahí, solo hace falta seguir andando.

 […]

        “De nada sirve todo lo que hemos contado si no lo llevamos a la vida, a las relaciones con los demás y con nosotros mismos. Lo que hemos de aprender sobre todo ello está en nuestras emociones y en las de los demás. Ahí descubriremos lo que no está en los libros”. 

        González, A. (2020): “Lo bueno de tener un mal día”. Cómo cuidar de nuestras emociones para estar mejor”. (pp.280, 281 y 286). Planeta.

         Aprende, comparte y sonríe”.https://www.instagram.com/iglesias.paulino/ )

        Un saludo muy afectuoso.

        Paulino.

 


Vídeo de presentación del libro

(Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=ggvXltDx_C0)

lunes, 19 de agosto de 2024

Tus microtraumas


 

    Tras el éxito de Una mente con mucho cuerpo, la psiquiatra y divulgadora Rosa Molina

(Instagram @dr.rosamolina) nos ofrece su nuevo libro, Tus microtraumas, una guía para identificar y curar las heridas emocionales que forman parte de nuestra vida cotidiana.

    La doctora Rosa Molina es especialista en psiquiatría en el Hospital Universitario Clínico San Carlos (Madrid). Es máster en Neurociencia, doctora por la Universidad Complutense de Madrid y docente universitaria. Ha coordinado la sección de Neurociencia Clínica de la AEN (Asociación Española de Neuropsiquiatría), ha publicado diversos artículos científicos y actualmente realiza una importante actividad de divulgación en salud mental a través del pódcast “De piel a cabeza”, su canal de Instagram @dr.rosamolina y otros medios de comunicación.

    Querido lector y lectora del libro “Tus microtraumas” te extraigo tres aprendizajes sencillos y útiles para el desenvolvimiento personal:

1. La diferencia entre el trauma y el microtrauma.

2. La influencia del estrés causado por los microtraumas en la inflamación de bajo grado.

3. La estrategia final para la superación de los microtraumas.

Y me despido explicando la expresión que me encantó: “Crece silenciosamente”.

    En el capítulo 3 titulado el trauma no es un hecho es un proceso, la psiquiatra nos plantea la siguiente pregunta: ¿Trauma o microtrauma?

    “Hasta ahora, al hablar de sucesos traumáticos hemos evocado fundamentalmente situaciones graves como catástrofes naturales, agresiones, guerras, violaciones, y es normal, porque es la forma más destacada en la que se entiende el trauma a pie de calle y la más sencilla de visualizar. Sin embargo, en la actualidad sabemos que hay hechos aparentemente menores que pueden llegar a producir, en determinadas circunstancias, el mismo daño que un trauma mayor.

    Hablamos de situaciones que no son de “alto voltaje”, no son una amenaza para la vida o integridad del sujeto, pero que para algunos individuos se convierten en sucesos traumáticos que dejan una huella duradera. Esto muestra que el concepto restrictivo de trauma que habitualmente usamos en la clínica no responde a todo lo que vemos.

    Por ejemplo: una ruptura de pareja o recibir críticas en el trabajo, que se consideran situaciones estresantes para cualquier individuo, pero que generalmente solo desestabilizarían durante un tiempo limitado al sujeto, podrían sin embargo convertirse en un suceso traumático para algunas personas, que pueden precisar ayuda o tratamiento psicológico para superarlas. Esto puede estar causado por su interacción con una vulnerabilidad previa del sujeto o bien por el efecto acumulativo de diversos sucesos similares, es decir, por su tendencia a repetirse en el tiempo. Y aquí es donde entra el concepto de microtrauma (o trauma con t minúscula o t pequeña).

[…]

    Para entender mejor la diferencia entre trauma y microtrauma, podemos imaginar los primeros como sucesos que rompen nuestro equilibrio psicológico en un abrir y cerrar de ojos mientras que los segundos causan una erosión continua y progresiva, pero no por ello menos dañina. En ambos casos, la consecuencia es una herida abierta que duele y hay que tratar.

    La psicóloga irlandesa Noreen Barron lo describía así en su perfil de Instagram: teniendo en cuenta que los sucesos traumáticos son estresantes y, por lo tanto, aumentan nuestros niveles de cortisol, que es la hormona del estrés, el trauma equivaldría a una taza llena de cortisol, y el microtrauma, a la suma de veinte cucharadas.

    Estos microtraumas quedan en nuestro interior influyendo y marcando nuestras emociones, pensamientos y conductas”.

 Molina, R. (2023): “Tus microtraumas. Cómo identificar tus heridas emocionales para que tu pasado no condicione tu futuro”. (pp. 71, 76 y 77). Paidós.


    En el capítulo 2 Características del trauma Rosa Molina nos cuenta cómo el trauma o microtrauma pueden ocasionar una inflamación de bajo grado:

     El estrés crónico que provocan las experiencias traumáticas y microtraumáticas se traducen también en alteraciones del sistema inmune, endocrino e incluso digestivo. Por ejemplo, un alto nivel de cortisol sostenido en el tiempo puede alterar la microbiota intestinal y contribuir a la inflamación de bajo grado, un fenómeno que el destacado neuroendocrinólogo y experto en estrés Robert Sapolsky aborda en su libro ¿Por qué las cebras no tienen úlceras?, donde explica que esta inflamación de bajo grado se relaciona con todo tipo de problemas de salud como enfermedades cardiovasculares, digestivas, obesidad, depresión y ansiedad.

    La inflamación de bajo grado es un estado de inflamación crónica y de bajo nivel que persiste en el cuerpo durante períodos prolongados de tiempo. En comparación con la inflamación aguda, que es una respuesta inmediata y temporal del sistema inmune, la de bajo grado es de menor intensidad, pero tiende a cronificarse. Sus causas se relacionan con el estrés crónico, la obesidad, la falta de actividad física, la mala alimentación o la exposición  a ambientes relacionales tóxicos. A pesar de ser un mecanismo natural, la respuesta inflamatoria mantenida en el tiempo frente  a este tipo de situaciones puede ser perjudicial para la salud y se relaciona con enfermedades cardiovasculares, autoinmunes, neurodegenerativas (como la enfermedad de Alzheimer) e incluso con ciertos tipos de cáncer.

    La inflamación de bajo grado es difícil de detectar, porque no acostumbra a mostrar síntomas evidentes. Sin embargo, se está empezando a relacionar con determinados marcadores en sangre, como la proteína C reactiva (PCR), entre otros. La forma de combatir esta inflamación de bajo grado consiste en adquirir determinados hábitos considerados antiinflamatorios, como el ejercicio físico, la dieta saludable, el descanso suficiente o la gestión del estrés”.

    Molina, R. (2023): “Tus microtraumas. Cómo identificar tus heridas emocionales para que tu pasado no condicione tu futuro”. (pp. 63 y 64). Paidós.


    Crece silenciosamente” es lo que te deseo mi querido lector o lectora.

    Como cuenta Rosa Molina:

    “A veces lo que necesitamos es silencio para poder recomponernos y también para poder crear. Confucio decía: “Una semilla crece sin sonido, pero un árbol cae con un ruido enorme. La destrucción tiene ruido, pero la creación es silenciosa. Este es el poder del silencio”, Crece silenciosamente.

    Necesitamos más silencio y menos ruido en nuestro día a día, y esto es aplicable a muchas facetas de nuestra vida. Estamos en la era de la multitarea y el ruido mental. A veces modificar ciertos hábitos nos puede proporcionar mayor bienestar y calidad de vida”.

    Molina, R. (2023): “Tus microtraumas. Cómo identificar tus heridas emocionales para que tu pasado no condicione tu futuro”, (p. 244). Paidós.

     “Aprende, comparte y sonríe”. (Ins.:@iglesias.paulino)

    Un saludo muy afectuoso.

    Paulino.








sábado, 6 de julio de 2024

Adiós a la inflamación

    “La inflamación es la enfermedad silenciosa”. Así lo aseguró la nutricionista y dietista integrativa Sandra Moñino (@nutricionat_) con más de 500.000 seguidores en redes sociales, que presentó, junto a la nutricionista Amil López Viéitez (Vigo), el viernes 24 de mayo 2024 en el Club Faro su libro: “Adiós a la inflamación. Cómo prevenir y tratar enfermedades, retrasar el envejecimiento y perder peso” (Harper Collins).

    Así nos presenta Sandra Moñino su libro en la contraportada:

    “Aumento de peso, problemas en la piel, dolores de cabeza o patologías como la diabetes, el hipotiroidismo, la esclerosis múltiple, el cáncer o la depresión podrían deberse a una inflamación crónica.

    En este libro descubrirás que una dieta adecuada, hábitos saludables y una buena gestión de las emociones son primordiales para desinflamarte y recuperar tu salud

    Facilitar la digestión es uno de los objetivos que Sandra Moñino nos recomienda alcanzar para evitar la inflamación crónica o de bajo grado. A continuación te relato tres prácticas alimentarias muy sencillas que facilitan nuestras digestiones, como son evitar las harinas refinadas y el gluten, preparar los alimentos con almidón para que sean almidón resistente y evitar el abuso de bebidas durante las comidas. Luego acabo mi publicación con un caso clínico, que tanto me gustan, muy cercano a la autora.

    ¿Por qué las harinas refinadas y el gluten nos inflaman?

    Uno de los retos antiinflamatorios es sentir las digestiones que nos producen los diferentes alimentos a cada uno de nosotros o nosotras, descubriendo aquellos alimentos que nos facilitan o dificultan la digestión. 

    “Las harinas refinadas hacen el mismo efecto del azúcar en el cuerpo, también nos elevan los picos de glucosa en sangre y es el alimento perfecto para las bacterias malas. Son harinas que han pasado por un proceso en el que se les elimina la capa exterior, que es donde se encuentra la fibra y el pequeño valor nutricional que pueden tener estas. Son muy consumidas por la población en general, pues se utilizan en la gran mayoría de productos procesados y de panadería. Sobre todo el trigo que, en la actualidad, está muy adulterado.

    En general, ninguna de estas harinas me parece nutricionalmente interesante, aunque se trate de harinas integrales. Son alimentos que catalogo como vacíos. El pan, la pasta y los cereales, aunque sean integrales, no nos aportan mucho en el organismo, tan solo contienen un poco de fibra y son muy ricos en omega 6. Como detallaremos más adelante, abusar de los omega 6 provocará inflamación en el cuerpo y la fibra que contienen la podemos conseguir de otros alimentos como las verduras, que proporcionan más nutrientes.

    Otro de los problemas con este tipo de harinas, sobre todo con el trigo, es la cantidad de gluten que contienen.

    Al leer esto pensaremos: “Pero si no soy celíaco ni sensible al gluten, ¿qué problema hay con su consumo?”. Hace muchos años la gente comía pan y no tenía inflamación ni molestias, pero en la actualidad el trigo y el pan no son  lo mismo. El trigo está adulterado, como hemos dicho, debido a las modificaciones genéticas y los pesticidas que se utilizan. Por otro lado, el pan de antes ya no es el de ahora, hoy le añaden aditivos a la hora de elaborarlos y las fermentaciones no son lentas. Todo esto hace que la digestión sea más difícil. Además, se consumen muchas harinas y pan, por lo que el esfuerzo que hace el organismo es triple. No es lo mismo digerir un trocito que una barra entera. Para entender esto mucho mejor es importante hablar de lo que es el gluten.

    El gluten es la proteína presente principalmente en el trigo, pero también lo contienen la espelta, el centeno, la cebada y la avena —por contaminación cruzada—. Contiene dos proteínas principales, la gliadina y la glutenina, que son de difícil digestión para nosotros. El sistema inmune los detecta como una sustancia peligrosa, atacándole y provocando inflamación. Además, se ha comprobando que la gliadina genera la liberación de una proteína llamada zonulina. Esta se encarga de regular la entrada de sustancias desde el intestino delgado hacia el torrente sanguíneo. Sí, es uno de los guardias de seguridad de los que hablábamos en el capítulo de la disbiosis intestinal, los que nos protegen para que no se produzca impermeabilidad en el intestino y no pueda entrar cualquier sustancia a la sangre para hacernos daño. Como consecuencia de la liberación de la zonulina, abrirá las uniones estrechas de este, aumentando su permeabilidad.

    Esa inflamación y la permeabilidad intestinal ocasionada pueden agravar o unirse a otros factores, provocando enfermedades crónicas inflamatorias o autoinmunes como las que hemos nombrado hasta ahora. Incluso en niños se ha relacionado con el desarrollo del autismo.

    Moñino, S. (2024): “Adiós a la inflamación. Cómo prevenir y tratar enfermedades, retrasar el envejecimiento y perder peso (pp.185-187). HarperCollins.

    ¿Cómo facilitar la digestión de los productos que contienen almidón?

    El almidón resistente es una forma especial de almidón que se obtiene tras la cocción y el enfriamiento durante al menos doce horas de algunos alimentos. Esto ocurre con el arroz, las legumbres, la avena, el plátano macho, la patata o el boniato. Estos alimentos contienen almidón de forma natural, el cual es difícil de digerir y es necesario cocinar para hacerlo más accesible.

    Una vez los cocinas y los dejas enfriar doce horas, a este almidón se le llama resistente porque a diferencia de los normales, que se descomponen y se absorben en el intestino, este “resiste” a la digestión del intestino delgado, llegando intacto hasta el colon, donde sirve como fuente de alimento para las bacterias buenas que se encuentran concentradas en esta parte del intestino, haciendo que sigan creciendo y reproduciéndose.

    Esto puede ayudarnos a mejorar nuestra salud digestiva y a fortalecer nuestro sistema inmune. Por otro lado, estos carbohidratos nos aportarán menores índices glucémicos respecto a los que no han sido enfriados, por su mayor cantidad de fibra procedente del almidón resistente. Además tiene muchos beneficios respecto a la pérdida de peso, como veremos en el capítulo 12.

    Es importante destacar que no todos los almidones resistentes son iguales, y su efecto en la salud variará dependiendo del alimento del que proceda y de su preparación. Mi recomendación es que intentemos aprovecharlo siempre que podamos cuando comamos todos estos alimentos ricos en almidón, pero que prioricemos los tubérculos, como decíamos al inicio del apartado”.

    Moñino, S. (2024): “Adiós a la inflamación. Cómo prevenir y tratar enfermedades, retrasar el envejecimiento y perder peso (pp. 195,196). HarperCollins.

    ¿Conoces esta práctica diaria que no facilita la digestión?

    Yo era una de esas personas que tenía la costumbre de beber agua antes de las comidas para llenar el estómago y así tomar menos alimentos; pero, parece ser que eso no es nada favorable para facilitar  las digestiones:

    Beber cualquier bebida en exceso justo antes de las comidas y durante estas podría diluir el ácido clorhídrico del estómago y hacer que actúe peor en la digestión de los alimentos que consumamos en esa comida. Esta hipoclorhidria puede hacer que nos genere reflujo gastroesofágico y con ello notemos esa repetición de la comida con sabor agrio/ácido. Por otro lado, puede hacer que al intestino lleguen los alimentos sin digerir y acompañados de parásitos que tendrían que haber muerto con ese ácido del estómago si no hubiese estado diluido. De este modo llega todo el mejunje sin haber pasado esa primera barrera que forma parte de nuestra digestión, y es de vital importancia debido a que está relacionado con procesos proinflamatorios y prevalencia a una permeabilidad intestinal.

También he de decir que no a todo el mundo le ocurre esto, por eso es importante que nos observemos y nos hagamos las pruebas pertinentes en el caso de tener síntomas de hipoclorhidria. No obstante, si queremos beber grandes cantidades de agua, es mejor hacerlo media hora antes de empezar a comer o una hora después”.

    Moñino, S. (2024): “Adiós a la inflamación. Cómo prevenir y tratar enfermedades, retrasar el envejecimiento y perder peso (p. 234). HarperCollins.

    ¿Qué enfermedad padece el marido de Sandra Moñino?

    Del capítulo 7 bajo el título: “La salud está en nuestras manos. Enfermedades autoinmunes y cáncer” te extraigo un caso clínico muy personal.

    Resulta muy curioso como la mayoría de las investigaciones se realizan a raíz de experiencias sufridas por la propia persona —como ya contó Sandra en la charla del Club Faro— o por sus familiares más cercanos, como su abuela o su marido. Te cuento el caso clínico de su marido:

     “Existen muchas enfermedades autoinmunes y no podemos hablar de todas en particular, pero sí quiero repetir y remarcar que todas se pueden prevenir, tratar, mejorar sintomatologías e incluso volver neutrales. ¿Y qué significa esto último? Que podemos tener la enfermedad sin síntomas y sin medicarnos gracias al buen manejo del sistema inmunitario. ¡Me encanta escribirlo una y otra vez!

    Como te decía, mi paciente cero fue mi marido. A él le diagnosticaron esclerosis múltiple (EM) a raíz de sufrir una neuritis que le ocasionó la pérdida de la visión de un ojo hace unos años. No le pusieron medicación, pues los daños eran muy leves. No todo el mundo tiene la suerte de perder la visión de un ojo en su primer brote ni topa con profesionales que sepan relacionarlo con EM. No obstante, en ese momento se nos vino el mundo encima.

    Averigüé que la esclerosis múltiple era una enfermedad autoinmune y que como tal su avance y sintomatología se rigen por la alimentación y el estilo de vida. Me di cuenta de que podíamos controlarla o al menos hacer que no fuese a más. Y así lo hicimos. Esto nos impulsó a empezar a investigar sobre ella. Y digo “nos” porque él también comenzó a indagar y hacer cursos conmigo mientras lo poníamos en práctica juntos. Es entonces cuando aprendí realmente sobre nutrición antiinflamatoria. Cada día me atrevía a tratar pacientes de forma más profunda y a explorar sobre los síntomas, analíticas y sensaciones de estos.

    Su neuróloga nos dice que no se explica el caso de Alberto, que con los años que lleva ejerciendo y tratando a pacientes con EM nunca ha visto algo igual. Además, al mismo tiempo, veíamos muchos casos de éxito en consulta con pacientes con enfermedades autoinmunes. Hoy por hoy sigue sin medicación tras cinco años del diagnóstico. Las lesiones que tuvo al inicio han sido las únicas hasta ahora e incluso en las resonancias se observa cómo algunas ni se ven porque están empezando a cicatrizar. Eso sí, hay que destacar que no es solo suerte y azar —seguro que también la hay—, pues detrás de esto hay un esfuerzo inicial por cuidarse y estar sano, algo que finalmente se convierte en rutina y sin lo que no puedes vivir porque te encuentras tan bien, que tu cuerpo te pide volver. Su alimentación es antiinflamatoria, se realiza analíticas completas cada seis meses para revisar nutrientes y parámetros importantes, toma los suplementos necesarios y su estilo de vida es muy sano. Esto es lo que hace que se encuentre mejor que antes de que le diagnosticaran la enfermedad.

    Quiero aclarar que mi marido no está tomando medicación porque su neuróloga, debido a las mínimas lesiones que tuvo al inicio y sus inmejorables avances, ha decidido no medicarlo. No todos los casos son iguales y la medicación a veces es necesaria. Nunca hay que eliminarla o reducirla porque sí, pues esto lo tiene que valorar un médico especializado en la enfermedad. Podemos pedir segundas, terceras o cuartas opiniones, pero jamás actuar por nuestra cuenta.

    Moñino, S. (2024): “Adiós a la inflamación. Cómo prevenir y tratar enfermedades, retrasar el envejecimiento y perder peso” (pp. 132, 133). HarperCollins.

     Finalizo mi publicación con este párrafo de su solapa interior de la contraportada en el que confiesa su satisfacción sobre la alimentación y los hábitos antiinflamatorios:

    “Descubrir el significado de la inflamación ha sido un antes y un después. Gracias a ello he conseguido en mis pacientes mucho más de lo que nunca me hubiera imaginado. Revertir enfermedades crónicas, conseguir reducir su medicación, eliminar síntomas de patologías, mejorar su calidad de vida, pérdidas de peso a largo plazo que parecían imposibles y un largo etcétera. Es increíble lo que se puede lograr al llevar una alimentación antiinflamatoria”.

    Aprende, comparte y sonríe”. (Ins.:@iglesias.paulino)

    Un saludo muy afectuoso.

    Paulino.

    Vídeo de presentación:


Fuente del vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=vNVNhAzB1BY

miércoles, 5 de junio de 2024

Maestros de la felicidad


         Antonio García Teijeiro entrevistó a Rafael Narbona en el Club Faro en Vigo el miércoles 10 de abril de 2024 con motivo de la presentación de su último libro Maestros de la felicidad. De Sócrates a Viktor Frankl, un viaje único por la historia de la filosofía. Roca editorial.

    “Rafael Narbona (Madrid, 1963) ha sido profesor de filosofía y hoy es uno de los críticos literarios y periodistas culturales más reconocidos en España. […] Actualmente participa en el programa Julia en la onda (Onda Cero), y cuenta con un éxito arrollador en sus redes sociales, con más de 120 000 seguidores en X. […] Vive con su mujer, Piedad, en un pequeño pueblo castellano, junto con sus perros y una biblioteca de más de 10 000 volúmenes”.

    Narbona, R. (2024): “Maestros de la felicidad. De Sócrates a Viktor Frankl, un viaje único por la historia de la filosofía”. (Solapa de la portada). Roca editorial

     Una de las novedades de este libro de historia de la filosofía es que introduce emocionantes relatos de su vida más íntima y personal e historias de superación personal de sus alumnos y alumnas del Instituto donde impartió clases. Ya durante la charla hizo mención a circunstancias familiares adversas como una profunda depresión de la que consiguió salir, en parte, gracias a la filosofía, como cuenta al final del libro:

     “Miro hacia atrás y no sé si he conseguido materializar el propósito de este libro: exaltar la vida, mostrar que el ser humano puede elegir, que no es una marioneta en manos de la fatalidad, que es posible salir de esas regiones sombrías donde a veces deambulamos sin esperanza, que el dolor psíquico puede superarse, que el optimismo no es una ingenuidad, sino un ejercicio de lucidez, que la filosofía lejos de ser una disciplina inútil, nos ayuda a vivir mejor

Narbona, R. (2024): “Maestros de la felicidad. De Sócrates a Viktor Frankl, un viaje único por la historia de la filosofía”. (p. 535). Roca editorial

¿Qué es el modelo biologicista de la psiquiatría que sufrió Rafael Narbona?

    Este relato personal e íntimo que Rafael Narbona cuenta con respecto a su enfermedad mental me parece muy ilustrativo sobre lo difíciles que son los diagnósticos y tratamientos en salud mental:

     “Desde los años ochenta, la psiquiatría trabaja con un paradigma biologicista, según el cual todas las enfermedades mentales tienen una base fisiológica. Esta teoría ha provocado que millones de personas consuman antidepresivos, neurolépticos y benzodiacepinas durante largos períodos, sin experimentar en muchas ocasiones mejorías significativas. Algunos médicos y psiquiatras (Joanna Moncrieff, Peter C. Gøtzsche, James Davies) han comenzado a pedir un cambio de paradigma para abordar los problemas de salud mental, apuntando que se tiende a medicalizar el sufrimiento. Muchas de las supuestas patologías que se diagnostican son simples cuadros de dolor psíquico agudo, susceptibles de curación con apoyo psicológico y social. Decirle a una persona que sufre una patología irreversible con una base bioquímica suele provocar que se hunda en el desaliento y el pesimismo”.

[…]

    “Cuando desbordado por el sufrimiento, yo acudí a un psiquiatra me recetaron amitriptilina, un antidepresivo tricíclico. Seis semanas después, sufrí un brote de manía. Apenas dormía, no podía parar de hablar, hice compras irresponsables, cambié de forma de vestir, me irritaba por cualquier motivo. Empecé a albergar fantasías suicidas y mis ideas políticas se radicalizaron. Cuando se lo comenté al psiquiatra, afirmó que en realidad no sufría una depresión, sino trastorno bipolar y aumentó la dosis de amitriptilina, añadiendo oxcarbazepina, un antiepiléptico y lormetazepam, una benzodiacepina. Empeoré dramáticamente hasta el punto de que no pude continuar con mi vida normal. Después llegaría la baja que me apeó de la enseñanza y me convirtió en un jubilado prematuro.

    Tras leer varios estudios sobre los riesgos de los psicofármacos y el error que representaba medicalizar el sufrimiento, decidí retirarme la medicación poco a poco. Primero, prescindí del lormetazepam. Después de la oxcarbazepina y, finalmente, de la amitriptilina. La retirada del antidepresivo, que me llevó dos años, restableció mi equilibrio. Desaparecieron el mal humor, la agitación, los cambios bruscos de ánimo, las conductas irresponsables. Prescindir de los psicofármacos fue una experiencia durísima, pues —aunque la industria farmacéutica sostenga lo contrario— crean dependencia. No son drogas recreativas que produzcan el deseo compulsivo de consumirlas, pero el organismo se acostumbra a depender de estímulos químicos, y cuando se suprimen aparecen síntomas como insomnio, cefaleas, dolores musculares, agitación psicomotriz, ansiedad. A fin de cuentas, los psicofármacos, como señala la psiquiatra Joanna Moncrieff, intoxican el cerebro y alteran el sistema nervioso central. Aún tengo problemas para conciliar el sueño y mantenerlo, pero poco a poco estoy consiguiendo volver a dormir de forma natural. No pretendo generalizar mi experiencia ni mucho menos recomendar a nadie que interrumpa su medicación, pero sería deshonesto ocultar lo que he vivido. Pienso que acudí al psiquiatra, como millones de personas, buscando huir del sufrimiento y, erróneamente, se trató mi dolor como una patología biológica y se me recetaron unos psicofármacos que solo me hicieron daño. Mi supuesta bipolaridad fue un efecto de la medicación. Antes de tomar antidepresivos, nunca había sufrido cuadros de manía, y ahora que llevo cinco años sin medicación, no he vuelto a experimentar esa clase de síntomas. A veces se apodera de mi la melancolía, pero eso no es una enfermedad, sino una reacción emocional a una forma de ser”.

Narbona, R. (2024): “Maestros de la felicidad. De Sócrates a Viktor Frankl, un viaje único por la historia de la filosofía”. (pp. 525, 526, 529, 530, 531). Roca editorial

¿Conoces al psiquiatra Viktor Frankl y su método terapéutico: logoterapia?

    De entre todos los protagonistas de la Historia de la Filosofía sobre los que nos habla de forma tan amena Rafael Narbona, yo te escojo a uno de mis favoritos: Viktor Frankl, cuyo libro El hombre en busca de sentido, ya tuve oportunidad de leer hace mucho tiempo y recuerdo que me había encantado. Ahora te acerco algo de lo que nos cuenta sobre él nuestro autor: 

    “Se conoce a Viktor Frankl por su trágica experiencia en distintos campos de concentración nazis, pero conviene recordar que no solo fue un testigo particularmente lúcido, sino un psiquiatra y neurólogo que inventó la logoterapia, un método curativo orientado a superar el dolor psíquico mediante elaboración de metas y objetivos. La logoterapia menos retrospectiva y menos introspectiva que el psicoanálisis, está orientada hacia el futuro. La apertura al porvenir rompe el ensimismamiento neurótico, que vuelve una y otra vez a sus obsesiones, reforzándolas con sus pensamientos recurrentes. La logoterapia considera que la principal motivación del ser humano no es la búsqueda de placer o poder, sino la búsqueda de sentido”.

[…]

    “Viktor Frank, superviviente de Auschwitz, Dachau y otros campos de exterminio, sostenía que al ser humano se le podía arrebatar todo, menos la capacidad de elegir la forma de afrontar los hechos. No se limitaba a teorizar. Su mujer, Tilly Grosser, había muerto en Bergen-Belsen el día de su liberación. Debilitada por las penalidades, fue aplastada por una multitud que se abalanzó hacia la puerta de entrada al descubrir la presencia de tropas británicas. El ser humano no es una cosa entre las cosas, sino un sujeto racional. No se limita a existir, sino que decide. Frankl cita un aforismo de Nietzsche: “Quien tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre un cómo”. Sin una meta o un porqué, no se puede sobrevivir a las penalidades. No hay que esperar algo de la vida. Es “la vida la que espera algo de nosotros”. No podemos eludir esa responsabilidad, salvo que estemos dispuestos a destruir nuestra propia esencia moral y racional. Frankl incorporó lo que había aprendido en el Lager a su trabajo como psiquiatra y creó la logoterapia, según la cual lo que caracteriza al ser humano no es la búsqueda del placer (Freud) o de poder (Nietzsche), sino la búsqueda de sentido. Lo verdaderamente humano es la capacidad de pensar y realizar un proyecto. El sentido aparece cuando experimentamos una tensión hacia un fin noble y racional: “El sufrimiento deja de ser en cierto modo sufrimiento en el momento en que se encuentra un sentido, como puede serlo el sacrificio”. Frankl niega que el ser humano esté totalmente condicionado o determinado. Las circunstancias nos imponen límites, pero siempre existe la posibilidad de transcenderlos o afrontarlos de una forma digna, inteligente y creativa”.

    Narbona, R. (2024): “Maestros de la felicidad. De Sócrates a Viktor Frankl, un viaje único por la historia de la filosofía”. (pp. 95, 96, 505). Roca editorial


      Como despedida de este artículo te dejo este precioso párrafo sobre el valor de lo  que representó  para Rafael Narbona la publicación de su libro:

     “Dicen que el paraíso era un hermoso huerto, con árboles frutales y bañado por ríos de aguas cristalinas, pero yo creo que el paraíso no es un lugar, sino un estado de ánimo. Eso sí, aunque no tiene árboles ni plantas, necesita que lo cuidemos con ternura y paciencia. Este libro es mi forma de regar ese huerto que desatendí durante tanto tiempo”.

    Narbona, R. (2024): “Maestros de la felicidad. De Sócrates a Viktor Frankl, un viaje único por la historia de la filosofía”. (p. 523). Roca editorial

     Aprende, comparte y sonríe”. (Ins.:@iglesias.paulino)

    Un saludo muy afectuoso.

    Paulino.

 

Fuente del vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=_3CRJfU9Fbs


domingo, 12 de mayo de 2024

Recupera tu mente, reconquista tu vida

 

        La doctora Marian Rojas Estapé acaba de publicar su tercer libro Recupera tu mente, reconquista tu vida y sus dos libros anteriores Cómo hacer que te pasen cosas buenas y Encuentra tu persona vitamina fueron las obras más vendidas en España en el año 2022.

“La doctora Marian Rojas Estapé es psiquiatra. Licenciada en Medicina por la Universidad de Navarra. Trabaja en el Instituto Rojas-Estapé en Madrid y su labor profesional se centra principalmente en el tratamiento de personas con ansiedad, depresión, trastornos de personalidad, trastornos de conducta, enfermedades somáticas y trauma”.

        Rojas, M. (2024): “Recupera tu mente, reconquista tu vida” (Contraportada). Espasa.

        Mi querido/a lector/a esta vez te extraigo dos aprendizajes muy interesantes, uno es sobre alimentación y el otro es sobre psicología, espero que sean de tu agrado y enriquezcan tu SALUD INTEGRAL.



        Del capítulo 4 ¿Qué le hace el azúcar a tu cerebro?, solamente te extraigo una buena costumbre que realiza Marian para cuidar su salud:

        “Mucha gente en consulta me reconoce que siempre tiene hambre. Una de las causas clásicas es la ansiedad, que muchas veces se exterioriza con ganas constantes de ingerir alimentos, Hay otra cada vez más investigada los altos niveles de insulina.

        Cuanto mayor sea el nivel de insulina, mayor será el hambre”. 

¿Y cuál es la mejor herramienta para controlar la insulina?

[…]

        “No cabe duda que el ejercicio. Caminar tras una comida —los indios recomiendan dar cien pasos, ¡qué buena costumbre!— tiene sus razones. Si después de acabar nos quedamos sentados en la silla o nos vamos al sofá, la glucosa inundará las células y las mitocondrias se saturarán. Se producirán los radicales libres, la inflamación se incrementará y la glucosa que sobra irá a los músculos, al hígado y también a la grasa. Pero si tenemos un poco de fuerza de voluntad y nos levantamos y hacemos la caminata para la digestión —así la llaman los alemanes—, cuando la glucosa pase de los intestinos a la sangre las mitocondrias tendrán mayor capacidad de combustible. Así, podrán usar la que les quede para producir adenosín trifosfato ATP e inyectar energía a los músculos. Por lo tanto, si tienes comidas copiosas durante el fin de semana. Vuelve andando a casa o intenta hacer algo de deporte después. En mi caso he comenzado con esta práctica, y si algún día tengo cena fuera con familia o amigos, vuelvo caminando. A veces llevo unos zapatos de recambio en el bolso para aguantar la caminata, pero compensa porque noto que se produce una sensación de bienestar maravillosa y descanso mejor cuando me meto en cama”.

        Se ha visto también que los ejercicios aeróbicos y de fuerza son capaces de reducir el pico de glucosa hasta en un 30 % y no solo eso, de atenuar o incluso disminuir las subidas en las veinticuatro horas siguientes en casi un 35 %. La actividad física acelera el proceso de desintoxicación del cuerpo de la fructosa —presente en muchos alimentos en forma de jarabe—, haciendo que los músculos sean más sensibles a la insulina, disminuyendo los niveles de esta en sangre. Al contraerse los músculos y captar más cantidad de glucosa sin necesidad de insulina, el pico será menor y el páncreas necesitará menos cantidad de esta para combatir la glucosa que queda.

        Cuanto más ejercicio, más se aplanan las curvas de glucosa e insulina”.

        Rojas, M. (2024): “Recupera tu mente, reconquista tu vida”. (pp. 132, 138 y 139). Espasa.


        En el capítulo 20  Flow, el estado de flujo Marian nos relata uno de los casos clínicos que atiende en su consulta de psiquiatría y que aparecen en todos sus libros. Me parece muy importante lo que cuenta sobre los lugares de recuperación que cada uno tenemos para aliviar nuestros malestares psicológicos.

        Caso clínico:

 “Patricia está casada, tiene tres hijos y sufre ansiedad e irritabilidad.

—Soy muy exigente, y me enfado con mi marido y los chicos de forma muy violenta, gritándoles por cualquier cosa. Me estoy convirtiendo en una persona que no me gusta. Soy incapaz de relajarme, siempre vivo en tensión y en alerta. No sé cómo parar el bucle.

Dejó de trabajar tras el parto de su tercer hijo, que nació prematuro, y estuvo meses en terapias y con pruebas.

 —Un día, volviendo de dejar a los niños del colegio, en el coche, en pleno atasco y lloviendo, sufrí un ataque de ansiedad —me cuenta—. Dejé el vehículo en el arcén de la carretera, cogí un taxi y me fui directa a un hospital cercano, donde me recetaron unas pastillas y me derivaron a psiquiatría.

        Patricia es muy perfeccionista y percibe una sensación de insatisfacción constante. Se añade que tiene una relación complicada con su madre, que la visita todos los días, lo que le potencia su hiperexigencia con comentarios negativos como que a pesar de haber dejado de trabajar, su vida sigue siendo un caos. Me reconoce que a veces a solas, esta frase vuelve con fuerza a su mente y le hunde. Le explico lo que está pasando:

PERSONALIDAD: Exigente, muy sensible, voz interior machacante.

FACTORES DE ESTRÉS: Desorden, hijos que no obedecen, sensaciones de caos, las conversaciones con su madre.

 VÍAS DE ESCAPE: No tiene.

        Le prescribo medicación para regular sus niveles de tensión y ansiedad, y comenzamos con un plan de conducta y gestión emocional para poder reconducir su estrés. Al mismo tiempo, nos damos cuenta de que no tiene lugares de recuperación. En estos casos buceo en la vida del paciente intentando hallar aficiones que puedan ayudarle. A Patricia le encantaba pintar platos, lo hizo en la baja maternal de su primer hijo, y lo disfrutó mucho. Dicho y hecho. Al cabo de unos días monta en el sótano de su casa un pequeño taller. Llama a su antigua profesora de pintura y esta le comenta que tienen pedidos de platos antiguos para barnizar, restaurar y colorear, y está buscando exalumnas que la apoyen en el proyecto.

        Cuando vuelvo a ver a Patricia al cabo de unas semanas, me encuentro con una persona distinta. Es feliz, ha puesto en orden su vida, se levanta y, tras llevar los niños al cole y dejar la casa recogida, comienza a pintar y restaurar. Hay días que le dan las cinco de la tarde. Al hacerlo su cerebro entra en estado de flujo. Esa sensación es maravillosa porque le genera mucho bienestar.

 […]

¿Cuáles son tus lugares de recuperación? 

¿Dónde encuentras tu Flow, estado de flujo?

        Mihaly Csikszentmihalyi nació en Fiume, en Italia —actual Riijeka, en Croacia—, un pueblo muy cercano a la frontera de la antigua Yugoeslavia. En su infancia pasó una temporada en un campo de prisioneros italianos, y en sus entrevistas reconocía que aquella experiencia le marcó profundamente. Descubrió en su encierro el ajedrez, y se dio cuenta de que cuando jugaba era capaz de abstraerse de lo que sucedía en el entorno, lo que le ayudó a gestionar mejor su estancia allí”.

[…]

        “En su obra Flow: The psychology of optimal experienceFluir, una psicología de la felicidad— expone cómo la felicidad del ser humano puede mejorar si introduce más flow. En él el individuo se encuentra plenamente inmerso y une sus habilidades en forma de pasión, ilusión máxima, reto y atención plena. Quizá por eso llevo años recomendando a mis pacientes que retornen a sus hobbies y eviten las pantallas”.

        ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­Rojas, M. (2024): “Recupera tu mente, reconquista tu vida”. (pp. 359, 360, 356 y 357). Espasa.

          Esperando que te haya gustado el artículo, puedes conocer más sobre la autora en:

 Ins: marianrojasestape/

Y recuerda, “Aprende, comparte y sonríe”.

Ins: iglesias.paulino/

Un saludo muy afectuoso.

Paulino.

 Vídeo de presentación del libro:


                                         Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=wn8LXchyHwo


martes, 16 de abril de 2024

Tu cerebro tiene hambre

        Dra. Marian García ( @boticariagarcia  ) es doctora en Farmacia y graduada en Nutrición Humana y Dietética y en Óptica y Optometría. La @boticariagarcía, como es conocida en las redes sociales acaba de estar en Vigo, en concreto en La casa del Libro y en el Club Faro presentándonos su libro “Tu cerebro tiene hambre. 5 grandes cambios que te ayudarán a perder grasa y ganar salud” de la Editorial Planeta.

        La misma doctora nos cuenta cómo comenzó todo:

        “Empezó a ejercer en una farmacia rural en Cuenca, desde donde, gracias a internet y las redes sociales, dio el salto a los platós de televisión. Cansada de escuchar entre sus clientes la cantinela de “He leído en internet que…”, comprendió que la única forma de luchar contra el doctor Google era unirse a él, así que abrió un blog para explicar cuestiones relacionadas con nutrición y salud”.

        García, M. (2024): “Tu cerebro tiene hambre. 5 Grandes cambios que te ayudarán a perder grasa y ganar salud”. (Solapa de la portada). Planeta.


¿Conoces el Partenón de la salud de la @boticariagarcia?

        Marián identifica la arquitectura del  Partenón griego con nuestro Partenón particular que consta de las cinco partes que representan los cinco ámbitos de nuestra vida y nuestro cuerpo sobre los que podemos actuar para encontrarnos mejor.  No te desvelo el dibujo que aparece en su libro; pero te cuento la explicación mitológica que nos regala la autora:

        “El Partenón de Atenas es un templo griego dedicado a Atenea, diosa de la sabiduría, de la razón, de la justicia, de la inteligencia, de la estrategia, de la ciencia… y sí, también de la guerra. La diferencia es que, mientras el dios masculino de la guerra, Ares, tenía un temperamento terrible —era explosivo, bruto, violento, agresivo y amante del conflicto—, Atenea dirigía todas las batallas de manera inteligente y ordenada.

        Y ahí está la clave. Queramos o no, vivimos bajo una continua amenaza. El mundo se ha convertido en un lugar hostil para mantener la paz en nuestro cuerpo. Ni las ciudades, ni los horarios, ni los supermercados, ni la publicidad… ¡ni siquiera muchas de las dietas que nos recomiendan!, están diseñados para proteger nuestra salud metabólica y nuestra salud mental.

        Nuestro entorno, gobernado por Ares, nos reta con batallas diarias contra las que debemos lidiar para mantenernos sanos. Por eso necesitamos a una patrona como Atenea, diosa de nuestro Partenón, que sepa luchar contra la adversidad de manera inteligente, ordenada y con una estrategia basada en la ciencia”.

        García, M. (2024): “Tu cerebro tiene hambre. 5 grandes cambios que te ayudarán a perder grasa y ganar salud”. (p. 21). Planeta.


¿Cuáles son los 5 tipos de hambre con los que juega la @boticariagarcia?

        Uno que ya lleva leído unos cuantos libros sobre nutrición, lo de los 5 tipos de hambre me parece SUPERINTERESANTE, como diría Marián:

        “En general, hay cinco tipos de hambre que nuestro cerebro tendrá que gestionar como buenamente pueda. Y, por supuesto, por si todo esto no nos estuviese complicando la vida lo suficiente, podemos tener más de un tipo de hambre a la vez.

        1. El hambre-hambre. […] Esta es el hambre física o fisiológica que aparece, por ejemplo, cuando llevamos con un mísero café en el cuerpo desde el desayuno y al mediodía nos empiezan a rugir las tripas […].

        2. El hambre emocional. Lo malo es que el estrés, la ansiedad o el aburrimiento también pueden provocar sensación de hambre, aunque no tengamos hambre-hambre de la buena. […] En estos casos, recurrimos a la comida como una forma de afrontar o satisfacer estas emociones. […]

        3. El hambre ambiental. […] Es el hambre “culo veo, culo quiero”, el que te hace pedir postre aunque estés lleno, porque “la tarta de queso de este sitio está brutal”. […]

        4. El hambre hormonal. […] Un exceso de grasa acumulada en el cuerpo puede hacer que las hormonas que regulan el hambre y la saciedad dejen de funcionar correctamente y que no nos sintamos saciados aunque hayamos comido más que suficiente, como les ocurre a algunas personas con obesidad. […]

        5. El hambre Dragon Khan. Y ahí no acaba la cosa, porque, cuando comemos y se absorbe el azúcar de los alimentos en la sangre, se pueden producir verdaderas montañas rusas de glucosa, con grandes subidas y caídas. Esas caídas tan pronunciadas motivan a nuestro cuerpo a ir a la caza y captura de más alimentos azucarados para elevar los niveles de glucosa y restablecer el equilibrio. Aparece el clásico “antojo de dulce” o “mono de chocolate”.

        Como veis, no todos los tipos de hambre son iguales ni se pueden controlar de la misma forma, por lo que es importante entender cómo funciona cada uno para poder gestionarlo mejor. Sobre todo, es importante entender quién está detrás de esas señales que desencadenan los distintos tipos de hambre”.

         García, M. (2024): “Tu cerebro tiene hambre. 5 grandes cambios que te ayudarán a perder grasa y ganar salud”. (pp. 29-31). Planeta.


¿Cuál es el elixir de la eterna juventud?

        Acerca de la restricción calórica Marian nos cuenta algo tan simple como que:

        “El elixir de la eterna juventud en este caso tiene poco glamur. Ni el santo grial ni la piedra filosofal; el secreto de la longevidad es algo que suena muy poco exótico: limitar la ingesta energética. En dos palabras: comer poco.

        Un grupo de investigadores tras hacerles unas cuantas perrerías a un puñado de moscas, monos y ratones, comprobaron que la restricción calórica era el método más efectivo para aumentar la esperanza de vida. Dándoles de comer un 20-40 % menos de calorías, pero cubriendo las necesidades de todos los nutrientes para que no les faltara de nada, se dieron cuenta de que, al comer menos, aumentaba la esperanza de vida de estas criaturas del Señor.

        Y diréis: “OK, esto pasa en moscas, ratones y monos, pero… ¿y en seres-humanos-cotidianos?” Pues parece que también.

        García, M. (2024): “Tu cerebro tiene hambre. 5 grandes cambios que te ayudarán a perder grasa y ganar salud”. (pp. 186 y 187). Planeta.


¿Conoces las famosas SUPERQUINAS de las que habla Marián en sus charlas?

        Entre los muñecos que utiliza en sus charlas, sobre las SUPERQUINAS  comenta:

        “El  eje intestino-cerebro está demodé. Hoy sabemos que la Santísima Trinidad de la salud es el eje intestino-cerebro-músculo. Bueno en realidad, saberlo saberlo solo lo sabemos unos cuantos, pero la buena noticia es que, después de leer este capítulo, tú también pasarás a formar parte del selecto club.

        Gracias al doctor Javier Butragueñohttps://paulino-iglesias.blogspot.com/2024/02/entrena-para-la-vida.html)  enlace artículo mi blog), que me ha desentrañado pacientemente estos nuevos misterios de la fisiología, he tenido la suerte de conocer la vida, obra y milagros del miocito. Y resulta que la célula cachas del cuerpo humano ha resultado ser mucho más que el músculo que vemos en el espejo: tiene el poder de generar superquinas, la mejor medicina.

        […] (Las superquinas) Son las moléculas del movimiento que se liberan en el músculo al hacer ejercicio físico, pero también en distintos órganos y tejidos del cuerpo. Se descubrieron hace unos veinte años y, si ya entonces sabíamos que hacer ejercicio era beneficioso, a medida que avanzamos en el conocimiento de las superquinas, entendemos mejor su verdadera dimensión. Y es que son la verdadera medicina natural de nuestro cuerpo. El quinto elemento de nuestra salud. Las superquinas suponen una auténtica revolución y, si no te mueves, te las pierdes”.

        García, M. (2024): “Tu cerebro tiene hambre. 5 grandes cambios que te ayudarán a perder grasa y ganar salud”. (pp. 207, 214 y 215). Planeta.


¿Qué son los test nutrigenéticos?

        A veces nos olvidamos de la importancia de los genes:

        “La nutrigenética es una rama de la ciencia que estudia cómo nuestros genes influyen en la forma en que nuestro cuerpo procesa los nutrientes. Por ejemplo, cuando comes unas lentejas, en tus genes está escrito cómo van a ir digiriéndose y asimilándose sus componentes. Así que, aunque tu prima y tú os comáis el mismo plato de lentejas, no las vais a procesar igual.

        Recordemos que en esas semillas está escrito si somos más eficientes para metabolizar los carbohidratos o las grasas. El objetivo de la nutrigenética es entender de qué pie cojea cada uno para establecer una estrategia nutricional personalizada.

        Los test nutrigenéticos son pruebas que analizan las variantes genéticas que influyen en cómo se procesan los nutrientes en el organismo (es decir, en su metabolismo) y en cuál es la respuesta individual a la dieta. Estos test se realizan con una muestra de ADN que se obtiene a través de una muestra de saliva o de sangre.

[…]

        ¿Cuántas tazas de café puedes tomar al día? La respuesta también está en tus genes. Puede haber variantes específicas en el gen CYP1A2 que nos conviertan en metabolizadores rápidos o metabolizadores lentos. Hay gente que puede tomarse un café antes de irse a la cama y acto seguido troncharse como un lechón, y otra que, si se toma un café a las cinco de la tarde, ya no pega ojo hasta el día siguiente. Esto se debe a la presencia de variantes específicas en el gen CYP1A2”.

        García, M. (2024): “Tu cerebro tiene hambre. 5 grandes cambios que te ayudarán a perder grasa y ganar salud”. (pp. 291 y 296). Planeta.

        Y como despedida, coincido con Marián que la ciencia y el humor casan muy bien:

        “La doctora Marián García (Boticaria García) afronta el gran reto de acabar con los mitos y prejuicios acerca del sobrepeso y la obesidad. Ha llegado el momento de dejar de echarle toda la culpa a la falta de voluntad. No eres tú, los verdaderos responsables de que perder peso a veces parezca misión imposible son tus adipocitos inflamados, tu microbiota revolucionada, tus músculos tristes, tu cerebro hambriento, tus genes ahorradores o el dichoso cortisol. Tu cerebro tiene hambre aborda la pérdida de peso desde un punto de vista divulgativo y divertido, recurriendo a los mejores endocrinos del país y a los últimos estudios científicos internacionales. Y todo con el estilo que la caracteriza, poniendo el humor al servicio de la evidencia científica más rigurosa”.

        García, M. (2024): “Tu cerebro tiene hambre. 5 grandes cambios que te ayudarán a perder gras y ganar salud”. (Contraportada). Planeta.

        Aprende, comparte y sonríe”.@iglesias.paulino )

        Un saludo muy afectuoso.

        Paulino